Asaja se suma a la protesta contra el cierre de la azucarera de La Bañeza

La organización agraria Asaja de León ha anunciado su respaldo a la concentración convocada para este viernes 6 de junio a las 20:00 horas en la Plaza Mayor de La Bañeza, una movilización promovida por el comité de empresa de la planta azucarera, que se enfrenta a su cierre tras el anuncio de la compañía propietaria.

“Toda la sociedad leonesa, y entre ella el mundo del campo, tiene que alzar la voz contra el cierre de la fábrica”, ha defendido Asaja, que considera que la medida no solo afectará al empleo industrial, sino también a la rentabilidad de las explotaciones agrarias.

La remolacha, en caída libre

El cultivo de la remolacha ha sufrido un duro golpe en los últimos años, agravado ahora por la incertidumbre sobre el futuro de la planta. Según ASAJA, la superficie sembrada en la provincia de León ha caído un 40% respecto a la campaña de 2024, una situación que achacan a la política empresarial de la azucarera.

Además, la organización ha denunciado que los contratos actuales para los agricultores son “claramente a pérdidas”, y que “la escasa rentabilidad, cuando existe, proviene de la ayuda asociada del cultivo incluida en la PAC”.

Exigen alternativas de siembra rentables

Asaja no solo pide frenar el cierre de la planta, sino que exige una alternativa de siembra “que permita la rentabilidad de las explotaciones”. “El sector agrario es un damnificado más en esta decisión”, ha subrayado la organización, al tiempo que hace un llamamiento directo a sus socios, especialmente a los cultivadores actuales o históricos de remolacha, para que acudan a la concentración.

Un conflicto con dimensión provincial

La azucarera de La Bañeza ha sido durante décadas un motor económico para el sur de León y una pieza clave en la cadena agroalimentaria de la remolacha azucarera. El posible cierre se interpreta desde Asaja como una amenaza directa al equilibrio territorial y productivo de la provincia.

Por ello, la entidad insiste en que este viernes “no solo está en juego el futuro de una fábrica, sino también el de un cultivo emblemático, el empleo agrario y la continuidad de muchas explotaciones del medio rural leonés”.