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El secreto de la desaparición de Trinidad y su bebé podría encontrarse bajo 15.000 metros cúbicos de agua y sedimentos

Segunda jornada de trabajos en Ribadesella para esclarecer la desaparición de Trinidad Suardíaz y su hija, desaparecidas hace cuatro décadas

La antigua mina de espatoflúor de Berbes, en el concejo asturiano de Ribadesella, se ha transformado esta semana en el epicentro de una intervención sin precedentes. Bajo unos 15.000 metros cúbicos de agua y fango, los investigadores creen que podrían hallarse pistas determinantes para esclarecer la desaparición de Mari Trini Suardíaz y la de su hija Beatriz, de apenas 13 meses, ocurrida en 1987.

Desde primeras horas del martes, equipos de la Policía Nacional junto a efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) trabajan en el drenaje de la balsa, un estanque de unos ocho metros de profundidad cuyo vaciado completo podría llevar varios días. Este miércoles ha comenzado la segunda jornada de trabajos, aunque el drenaje se ha mantenido durante toda la noche.

Un dispositivo técnico sin precedentes en el caso

El despliegue moviliza a cerca de un centenar de profesionales, incluyendo agentes del GOIT, unidades de la Policía Científica, miembros de la Brigada Judicial y especialistas del GEOS, además de personal militar. Drones, embarcaciones ligeras y bombas de extracción conforman el soporte técnico de una operación diseñada para retirar el agua y alcanzar el fondo de la laguna.

El operativo responde a una orden del Juzgado de Instrucción n.º 4 de Gijón, que reactivó la investigación tras la confirmación de la presencia de dos vehículos sumergidos. El hallazgo coincide con testimonios antiguos que apuntaban a que Antonio María da Silva, conocido como El Portugués y entonces marido de Mari Trini, habría arrojado coches al estanque en los años ochenta.

Las hipótesis que guían la nueva búsqueda

Los investigadores barajan que los restos de la mujer y la niña pudieran encontrarse en el interior de alguno de esos vehículos, aunque la Policía mantiene abiertas otras líneas de trabajo. La prioridad actual es dejar al descubierto los automóviles y proceder a su inspección una vez que la balsa quede completamente vaciada.

Las tareas se desarrollan en un terreno complejo, lo que podría prolongar la operación más allá de los plazos inicialmente previstos. El objetivo: registrar el fondo del estanque y recuperar todos los elementos que puedan tener relevancia forense.

Un caso marcado por el silencio durante casi cuatro décadas

Mari Trini Suardíaz desapareció en Matadeón de los Oteros (León) en julio de 1987, poco antes de una citación judicial por una denuncia de malos tratos contra Da Silva. Desde entonces, no se volvió a tener noticia de ella ni de la pequeña Beatriz. Las inspecciones realizadas en 2017 y 2018 en propiedades vinculadas al matrimonio no aportaron avances y el procedimiento quedó archivado provisionalmente.

Hoy, Da Silva —de 81 años y residente en un centro asistencial de Zamora— sostiene que madre e hija abandonaron España para trasladarse a Portugal, una versión que las autoridades no consideran verosímil.

La reapertura impulsada por un hallazgo sumergido

El caso volvió a ponerse en marcha tras detectarse dos vehículos en el fondo de la laguna de la mina conocida como El Frondil, en Berbes. La información coincidía con el relato de un vecino que décadas antes había asegurado haber visto cómo Da Silva arrojaba coches al agua poco después de la desaparición.

Aunque algunos habitantes de la zona creen que podría haber un tercer automóvil sumergido, la Policía únicamente ha confirmado de manera oficial la existencia de dos. La extracción de los vehículos determinará si hay más restos ocultos en la balsa.

Una oportunidad decisiva para poner fin al enigma

El drenaje de la laguna de Berbes se ha convertido en el mayor intento de avanzar en este caso desde la década de los ochenta. Las próximas jornadas serán decisivas para comprobar si el estanque minero oculta las respuestas que León y Asturias llevan casi 38 años esperando.

Para la familia de Mari Trini y la pequeña Beatriz, esta intervención supone quizá la última ocasión de obtener una explicación sobre un episodio que marcó profundamente a su comunidad y que, hasta hoy, sigue envuelto en incógnitas.