Un socavón crónico en San Andrés: el 'lago' del paso del Príncipe sigue atrapando conductores
El paso subterráneo de Trobajo del Camino, en el municipio de San Andrés del Rabanedo, atrapa a otro vehículo (el tercero) pese a las señales de corte | Adif ya advirtió en 2022 de la necesidad de mantenimiento en el sistema de bombeo tras una inundación previa.
Por tercera ocasión en el transcurso de una semana, la calle del Príncipe en Trobajo del Camino (San Andrés del Rabanedo) se ha convertido en una trampa de agua, dejando otro vehículo atrapado en su paso inferior a causa de las persistentes precipitaciones.
El incidente más reciente tuvo lugar en la noche del sábado 13 de diciembre, cuando un conductor ignoró las advertencias y las señales que indican el cierre oficial del túnel, quedando bloqueado por la acumulación de agua.
La rápida intervención de los Bomberos de León y la Policía Local de San Andrés del Rabanedo fue necesaria para auxiliar a los ocupantes del coche. Al igual que en los sucesos anteriores, todas las personas involucradas resultaron ilesas.
Este punto negro viario ha sido escenario de un peligroso patrón durante los últimos días. El primer siniestro se reportó el viernes, con el rescate de una joven de 19 años. El segundo ocurrió a lo largo del sábado, cuando dos personas mayores que, según los informes, no se percataron de las señales, también requirieron auxilio tras quedar inmovilizadas por el agua.
El consistorio pide "precaución"
Ante la cadena de percances, el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ha insistido a través de sus canales oficiales en que los túneles continúan clausurados al tránsito vehicular debido a los problemas reiterados de anegamiento. El consistorio ha subrayado que la zona está correctamente señalizada e insta a la ciudadanía a extremar las precauciones.
El informe crítico de Adif de 2022
La empresa administradora de infraestructuras ferroviarias, Adif, ya puso el foco sobre el paso subterráneo en un informe técnico relacionado con su problemática de drenaje. Adif recordó entonces que durante las obras de mejora llevadas a cabo entre agosto de 2020 y enero de 2021 se detectó una anomalía en el sistema de bombeo de aguas.
El pozo, cuya ubicación original se desplazó a quedar bajo la calzada debido a la remodelación del proyecto, albergaba dos bombas permanentes averiadas y una provisional. Para solucionar esto, el proyecto modificado incluyó la sustitución de las dos bombas dañadas y la renovación del sistema de tuberías, lo que permitiría retirar la bomba temporal y cerrar la tapa del pozo.
Sin embargo, Adif ya había documentado un fallo previo al cambio de bombas: “En julio de 2021 ya se produjo una inundación de dicho paso debido al arrastre de sólidos en suspensión y basura, que hacía que el nivel de sólidos en el fondo del pozo una vez sedimentados alcanzara la cota donde se ubican las bombas, colmatándolas e imposibilitando el bombeo de agua”, aseguraba entonces Adif.
La trampa acuática
Tras aquel incidente de 2021, la entidad ferroviaria solventó la emergencia realizando una limpieza integral del pozo e indicó al Ayuntamiento que el mantenimiento era una competencia municipal. “Al ser una instalación puesta ya en uso, debía encargarse de su limpieza y mantenimiento periódico (tal y como debía realizarse anteriormente con las bombas sustituidas)”, se indicaba desde Adif.
Sin embargo las soluciones no llegan y, siempre que hay una tormenta con cierto calado, el paso se convierte en un lago y en un trampa para los conductores.
