El 17% de León es un desierto
León aparece en el nuevo Atlas de la Desertificación de España como una de las provincias con menor afección por este proceso: únicamente un 17% de su superficie presenta riesgos asociados a la desertificación. Esta cifra sitúa al territorio leonés en una posición muy alejada de los focos más graves del país, donde se alcanzan porcentajes que multiplican por cuatro y por cinco la situación de la provincia.
El estudio ha sido elaborado por un equipo de más de 40 especialistas coordinados por Jorge Olcina Cantos, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, y Jaime Martínez Valderrama, investigador de la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC.
La presentación tuvo lugar en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante con la participación de Daniel Fernández Orgaz, director general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica.
Murcia, Albacete y Almería concentran los mayores riesgos
Los mapas del Atlas reflejan contrastes muy intensos entre provincias. Mientras León se mantiene como una de las zonas más estables, otras regiones presentan escenarios críticos:
Murcia alcanza un 91% de territorio en situación de desertificación. Albacete y Almería comparten un 84%, situándose también entre las áreas más afectadas. Las provincias de Las Palmas, Alicante, Valladolid o Toledo superan el 70%.
Según los autores, estas diferencias responden tanto a factores climáticos —especialmente la aridez y la falta de precipitaciones— como a la presión humana sobre los recursos, con un impacto directo en suelos y aguas subterráneas.
Un mapa detallado gracias a técnicas de aprendizaje automático
El proyecto ha utilizado una metodología basada en aprendizaje supervisado mediante un algoritmo Random Forest que combina múltiples indicadores: estado de humedales, acuíferos, condición del suelo y datos del ODS 15.3.1 sobre degradación de tierras. Con esta técnica, el Atlas estima que el 43% del territorio español muestra signos de degradación, y que el 60,9% de las zonas áridas están ya afectadas por la desertificación.
Aun así, el impacto no es uniforme. Las provincias del noroeste —entre ellas León— se mantienen en una franja de riesgo reducido, en parte gracias a una mayor disponibilidad de agua y a un modelo de ocupación del territorio menos presionado que el de otras áreas del país.
Un reto creciente en España, pero con realidades muy distintas
Los responsables del Atlas subrayan que la desertificación es uno de los grandes desafíos ambientales del Estado para las próximas décadas, agravado por el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales. Sin embargo, insisten en que los efectos y la gravedad varían notablemente según la región.
En ese contexto, León se sitúa como un territorio con amplias áreas en buen estado ecológico y con un riesgo de desertificación muy por debajo de la media nacional, lo que constituye un punto de partida favorable para prevenir futuros problemas.
El proyecto ha contado con la financiación de la Fundación Biodiversidad del MITECO dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y aspira a convertirse en una herramienta clave para orientar las políticas de gestión del agua, conservación del suelo y mitigación climática.