Orgullo de mi tierra, bandera de León

Cientos de comentarios inundan este fin de semana las redes sociales, pues se ha puesto fin a un anuncio que muchos estábamos esperando: la presentación de las nuevas equipaciones de la Cultural y Deportiva Leonesa.
Tras su merecido ascenso a Segunda División, el club ha querido ir más allá de lo estético y lo funcional para conectar fútbol e historia, deporte e identidad, pasado y presente. Y si me permiten, lo ha hecho de una forma brillante.
Para empezar el marco elegido para este anuncio no podría ser mejor: el lugar donde nació el parlamentarismo, el claustro de la Real Colegiata y Basílica de San Isidoro. Con una escenografía de película, tres jugadores lucen orgullosos las nuevas camisetas mientras portan espadas y pendones como si fueran auténticos caballeros medievales.
Estos leones no son un simple estampado, sino que siguen siendo heraldos de una historia milenaria que muchos reclamamos más presente en nuestra memoria colectiva
La camiseta principal es de color blanco y, aunque a primera vista pueda parecer sobria, si nos fijamos en los detalles observamos un diseño cargado de simbolismo: leones rampantes que recorren el textil como un eco visual de la relevancia que tuvo el Reino de León. Estos leones no son un simple estampado, sino que siguen siendo heraldos de una historia milenaria que muchos reclamamos más presente en nuestra memoria colectiva. Alrededor del cuello, los colores populares y festivos de los pendones leoneses abrazan al jugador como si de un manto ceremonial y protector se tratase, como si saliera al césped con el peso y la gloria de su tierra sobre los hombros.
Y hablando de hombros: en la parte trasera, donde antes ondeaba la bandera provincial, ahora encontramos la bandera regionalista, símbolo de una reivindicación creciente y legítima. Parece que volvemos a despertar. Junto a ella, la frase “Orgullo de León”, en una tipografía medievalista —la cancilleresca leonesa— recuperada por el historiador Ricardo Chao a partir de documentos de la época medieval. Una manera elegante y bien pensada de recordarnos que aquí hubo uno de los reinos más importantes de la Europa Medieval.
Pero lo más impactante, se encuentra de nuevo en la espalda: la firma de la Reina Urraca acompañada de las fechas que marcaron su vida
La segunda opción no se queda atrás. Había muchas expectativas en ella, puesto que las segundas equipaciones suelen contar con mayor libertad creativa. De un potente negro carbón, está adornada con leones pasantes, figuras heráldicas que aparecían en las banderas de nuestro reino. Pero lo más impactante, se encuentra de nuevo en la espalda: la firma de la Reina Urraca acompañada de las fechas que marcaron su vida. Un gesto de justicia histórica y reivindicación cazurra.
En tiempos en los que muchos clubes apuestan por camisetas genéricas, sin alma ni identidad, lo de la Cultural es un ejemplo a seguir. Resulta refrescante, —emocionante, incluso— ver a un club que decide no olvidar lo que fue y que no tiene miedo de reivindicarlo.
No solo es marketing es historia viva.