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Ser mujer leonesa

A lo largo de la historia, la provincia de León ha sido cuna de mujeres valientes que desafiaron las normas impuestas por la sociedad de su tiempo...
Urraca_AnyMaking
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A lo largo de la historia, la provincia de León ha sido cuna de mujeres valientes que desafiaron las normas impuestas por la sociedad de su tiempo. En un mundo en el que la educación, el trabajo y la participación en determinados ámbitos estaban reservado casi exclusivamente a los hombres, algunas leonesas decidieron no conformarse con el papel que se les había asignado. Con valentía, talento y determinación, abrieron camino en profesiones tradicionalmente masculinas, accedieron a estudios superiores y demostraron que el género no es una barrera para la excelencia. Seguramente conoces muchos personajes ilustres de nuestra tierra, pero ¿cuántas mujeres leonesas que cambiaron la historia podrías nombrar?

Siempre me dijeron cuando daba clases en Andalucía que era una mujer decidida, con carácter y “de armas tomar”, y me preguntaron si todas las mujeres del norte éramos así. A mí me llenaban de orgullo sus calificativos, y también yo llegué a preguntarme qué era eso de ser una mujer leonesa llegando a la conclusión de que esto es sinónimo de mujer en lucha, valiente, indómita y transgresora, como todos los ejemplos que quiero trasmitirles aquí.

A lo largo de mi etapa universitaria, hubo un hecho repetido que me llamó la atención durante las clases de historia medieval: el poder que ostentaron las dóminas de la casa real leonesa a través del Infantazgo y su audaz carácter para ejercerlo. Este Infantazgo, institución especial del Reino de León nacida en el año 931, daba enorme poder y autonomía a estas mujeres sobre inmensos territorios y sus ciudadanos, como por ejemplo, Urraca (señora de Zamora) y Elvira (señora de Toro), u otras que trascendieron los límites europeos, como Berenguela, que fue reina de Jerusalén y emperatriz consorte de Constantinopla. Asimismo, ejercían mecenazgo sobre el patrimonio, siendo ejemplo de ello la Basílica de San Isidoro cuya gran promotora fue la reina Sancha, o sobre las artes, dando lugar a joyas como el cáliz de doña Urraca.

Mujeres notables

Todo este contexto político, jurídico y social cristaliza en el acceso al trono de una mujer inigualable en su tiempo, Urraca I de León, la primera reina en toda Europa que pudo ejercer su poder en solitario. El legado de este Infantazgo y de la por fin reconocida figura de Urraca I, posibilitaron que más adelante, otras reinas como Isabel “la Católica” impusieran su poder como monarcas. Exceptuando las esculturas de la reina Urraca, ¿tienen estas nobles reconocimiento alguno en su tierra? El silencio es la respuesta de las instituciones. 

Dejando a un lado estas grandes figuras medievales, me gustaría que el lector recordase a otras notables mujeres del siglo pasado y presente, que no por ser nuestras contemporáneas merecen menos. 

Podría aventurarme a decir que en el ámbito de la educación y el conocimiento tenemos a dos leonesas dignas de estudio y reconocimiento que cambiaron el rumbo del país y la sociedad en la que vivieron. Ellas son, Gloria Bengué, pionera catedrática y la primera decana en una universidad española que además ayudó a redactar artículos de la Constitución, como el derecho a la educación y la Seguridad Social; y la gran Ángela Ruiz, precursora del libro electrónico con su gran invento, la enciclopedia mecánica, además fue maestra y escritora de numerosas obras científicas. Este último ejemplo me resulta el más grave de todos, pues tan solo se le ha dedicado un mural en el paseo del Bernesga que pasa desapercibido por los ciudadanos.

Del mismo modo, la ciencia fue un campo muy próspero para leonesas que hicieron historia. Aquí quiero destacar a la tan olvidada Nieves González Barrio, una importantísima pediatra y una de las primeras mujeres médico. Además, viajó al extranjero para seguir formándose, y nos legó una labor docente e investigadora brillantes. Tristemente les anuncio que de ella tan solo tengamos el nombre de una calle en su pueblo, Vegacervera. Otras tres mujeres de diferentes ámbitos científicos también han sido olvidadas por nuestra sociedad: Delia Hidalgo Chapado, una auténtica autoridad farmacéutica que luchó contra el tifus en La Mancha, Dionisia Plaza Sánchez, psicóloga, psiquiatra y fisióloga cerebral que trató de forma precursora las enfermedades mentales de los niños, o Justina González Morilla, muy criticada en su época por ser la primera veterinaria de nuestro país, aunque ejerció casi siempre de odontóloga en Valencia de Don Juan.

Voces femeninas

Las voces femeninas de las artes y las letras no se quedan atrás, recordemos aquí a Felisa Rodríguez, destacada poetisa y maestra rural berciana, muy entregada tanto con su pueblo como con sus alumnos, que descubrió el Ídolo de Noceda, una pieza de la Edad del Bronce actualmente conservada en el Museo Arqueológico Nacional. La gran Marita Caro, que destacó como primera mujer pianista en desarrollar su carrera en solitario no solo en el territorio español, sino también en grandes orquestas sinfónicas de Inglaterra y Alemania. Y por último, es imposible no destacar en este ámbito a Concha Casado, etnógrafa e impulsora del patrimonio popular y artesano provincial, que destacó además por su tesis El habla de La Cabrera, llegando a ser premiada con numerosos galardones a lo largo de su vida. Sólo espero que las instituciones hagan lo propio y se haga justicia con su legado…no merece menos que una escultura o, al menos, una placa con su nombre, vida y obra. 

Por otro lado, también hubo leonesas que rompieron barreras del mundo laboral en sectores tradicionalmente masculinos, como por ejemplo, Piedad Álvarez, quien fue la primera mujer taxista del país; Pilar Garrido Martínez, directora de Telefónica que consiguió modernizar la provincia de León adentrándola en la era digital; nuestra gran Sara García, como astronauta y bióloga molecular; o el campo de la minería, sector tan importante para nuestra provincia, destacando a Eva Granado Panizo, primera perito de minas de España y Rosa María Salán Rodríguez, ingeniera técnica de minas. Seguro que a más de uno le sorprende la presencia de mujeres mineras ya en el siglo pasado, pero desconocerlo no implica su inexistencia…yo jamás he visto un urogallo con mis propios ojos y sé que existen. 

Más allá de las figuras que aquí expongo, son muchas las mujeres anónimas que fueron y siguen siendo piezas imprescindibles en la trasformación de la sociedad: las lupuleras, campesinas, ganaderas, apicultoras, hilanderas...Todas ellas son mujeres rurales con un trabajo invisible, pero clave en la economía provincial, que sin firmar libros o recibir premios, son ejemplo para las generaciones futuras por su esfuerzo y determinación.

Desgraciadamente, las mujeres leonesas no tienen un reconocimiento justo en pleno siglo XXI, en parte por el desconocimiento de la sociedad, y también, por la dejadez de las instituciones que podrían contribuir mucho más a visibilizarlas, para así poder seguir disfrutando de las enseñanzas y el legado que todas ellas nos dejaron y que otras tantas siguen construyendo.