Aena responde a la "extorsión" de Ryanair: sin tasas no hay sostenibilidad
La entidad pública recuerda que la aerolínea exigía a la Junta 750.000 euros para mantener el vuelo entre Valladolid y Barcelona

El presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, respondió este miércoles a la estrategia de “extorsión” de Ryanair que no es cierto que los aeropuertos regionales puedan ser sostenibles financieramente si las tasas aeroportuarias, tal y como propone la aerolínea irlandesa, además de recordar que esta compañía exigía a la Junta 750.000 euros para mantener el vuelo entre Valladolid y Barcelona.
Después de que la aerolínea anunciara este miércoles que dejará de operar en los aeropuertos de Santiago de Compostela, Tenerife Norte y Vigo, y que no operará en los de Valladolid y Jerez, Lucena precisa que cuando Ryanair afirma que podría invertir miles de millones de euros en España con nuevas rutas aéreas si Aena y el Gobierno de España subvencionaran su actividad en los aeropuertos regionales, “simplemente, falsea la realidad".
En concreto, explicó que la inmensa mayoría de las inversiones a las que la aerolínea se refiere son las compras de los aviones Boeing de su flota, cuyo porcentaje de fabricación en España es inferior al tres por ciento. Por tanto, consideró que estas compras millonarias de aviones de Ryanair "no son inversiones en España”.
Tarifas bonificadas
A su vez, recordó que en los aeropuertos regionales de Aena las tarifas aeroportuarias que pagan las aerolíneas por los pasajeros adicionales en relación al año 2023 ascienden a aproximadamente dos euros, muy inferiores a los 10,35 euros del promedio de los aeropuertos de Aena en 2025. “Estas tarifas bonificadas en los aeropuertos regionales son la demostración inequívoca del esfuerzo de Aena, por una parte, y del Gobierno mediante la regulación económica, por la otra, de promoción de la actividad aeronáutica en los territorios".
“No es verdad que Ryanair esté genuinamente preocupada por el bienestar de los ciudadanos españoles y la competitividad de las regiones. Lo que quiere Ryanair es, sencillamente, ganar más dinero, aunque sea sufragado por el bolsillo de los contribuyentes españoles”, afirmó.
Por último, argumentó que si los aeropuertos españoles evolucionaran al son de “las exigencias, el lloriqueo, los embaucamientos y la infumable estrategia de extorsión de Ryanair, a medio y largo plazo, los aeropuertos dejarían de funcionar bien y no serían sostenibles financieramente. Aena y sus accionistas -el Estado, es decir, los ciudadanos españoles, y los inversores privados- merecen, cuando menos, el mismo respeto que los accionistas de Ryanair”.