"Cabreo" por una sentencia "de risa": "Todavía los culpables fueron los seis muertos"
Las familias de los mineros fallecidos se muestran "totalmente fundidas" con la sentencia absolutoria y adelantan que recurrirán: "Alguien tuvo que ser el culpable"
“Totalmente fundido y cabreado”. Así se encuentra este martes Manuel Moure, padre de Manuel Antonio Moure, uno de los mineros fallecidos en el accidente que el 28 de octubre de 2013 le costó la vida a seis trabajadores del pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco Leonesa, en el municipio de La Pola de Gordón, tras conocer que el Juzgado Penal número dos de León decidió absolver a las 16 personas que se encontraban acusadas de homicidio por imprudencia grave y lesiones, entre los que se encontraban los principales directivos de la compañía y los encargados de seguridad de la explotación.
Una sentencia emitida más de dos años y medio después de que finalizara el juicio y pocas semanas después de que familiares de todas las víctimas se manifestaran en el duodécimo aniversario del accidente para pedir la publicación de la sentencia. Es precisamente a esa manifestación a lo que achaca Moure la absolución de los acusados que, según avanzó hoy a la Agencia Ical, será recurrida por todas las familias.
“La jueza tardó casi tres años en estudiarse 50.000 folios y, en una semana de incorporarse de la baja, da la sentencia”, comenta sorprendido y convencido de que “tras manifestarse porque era una vergüenza llevar tanto tiempo esperando”, la jueza dijo “toma y absolvió a los 16 encargados de seguridad y porque no encontró responsabilidad en ninguno”.
Asegura haber perdido la fe en la justicia
Tras 35 años de trabajo en la mina y haber perdido “cualquier tipo de fe en la justicia”, Moure califica “de risa” la sentencia, porque, aunque en ningún momento pensara que los acusados fueran a ir a la cárcel, “por lo menos sí que esperaba que se demostrara que son culpables”.
Por su experiencia en la minería, el padre de Moure cuenta que “todo el mundo sabía cómo estaba aquello”, de forma que “todo habría sido tan sencillo como mandar salir a todo el mundo y que entrara la brigada”, pero “ninguno de los 16 acusados fue capaz de eso y ahora una jueza dice que son inocentes”. “Alguien tuvo que ser el culpable y todavía lo van a ser los seis por ir a trabajar, porque si se llegan a dar de baja, como había hecho el 90 por ciento de la plantilla, no habría pasado eso”, apunta.
"Si le venía grande el juicio debería haber renunciado"
A sus 78 años y tras doce años “de pelea por la dignidad de un hijo”, Moure se pregunta “cómo tiene que quedarse ahora tras el golpe que supone una sentencia que para lo que dice no hace falta estudiar Derecho” y emitida por una jueza a la que “si el juicio, por su complejidad, le venía grande, debería haber renunciado”, a pesar de que “los que se criaron en la mina se lo pusieron todo en bandeja” y de que “la prueba estaba en que el accidente no pilló a ninguno de los 16 porque no entraban”.
Unos 16 acusados que Moure está convencido de que ahora “irán por la calle con chulería por haber sido absueltos” y a los que advirtió que mientras le quede “un hilo de vida”, seguirá “peleando y machacando” para que se sepa lo que pasó. “Como minero que soy, solo pararé cuando me muera, porque nos quitaron a nuestro hijo por las buenas y ahora una jueza dice que son inocentes. La jueza puede decir misa”, concluye.



