'Cantares de Villaquilambre'. El repertorio de las pandereteras Teresa, Tere y Nieves'

Como si hubiera sido un suspiro han pasado los casi 45 años de la fundación del grupo La Braña, que en León no necesita presentación alguna. Por entonces eran 6 sus miembros (hoy solamente 5) y todavía son muchos quienes les recuerdan en aquellos sus primeros tiempos cantando el bar musical del momento: el Hula-Hula. Fue precisamente en aquella época cuando nació una vinculación muy especial entre el grupo, dedicado en palabras de Jesús San José (a quien todo el mundo conoce como ‘Sanjo’) “a la recogida, estudio y difusión de la canción tradicional leonesa”, y las pandereteras de Villaquilambre: Teresa Flórez Crespo (1906-1996), Nieves Benavides Fernández (1916-2005) y Teresa Adamina Álvarez de Celis, que es la memoria viva del trío.
Sanjo recuerda, y escribe en este volumen, que hacia el año 1981 las pandereteras se convirtieron en su mayor fuente de información -aunque no única- sobre canciones tradicionales leonesas inéditas. Hasta el punto de que son unos 22 los títulos de la discografía de La Braña que están basados en su repertorio. Del estrecho contacto que se produjo, los miembros de La Braña conservan la memoria del cariño con que fueron acogidos por las pandereteras y tres cintas de casete con grabaciones originales que forman parte del amplísimo archivo sonoro original del grupo.
El agradecimiento de aquel amable acogimiento que las pandereteras ofrecieron a La Braña se plasmó en la participación del grupo en el concierto que, a manera de homenaje patrocinado por la Junta Vecinal de Villaquilambre, tuvo lugar en el mes de junio de 2018. En él contribuyó también Javier Emperador, conocedor como nadie de la indumentaria tradicional y poseedor de una extraordinaria colección que nunca debería dispersarse. Y se completa hoy con la publicación de este libro, que se perfila como un estudio completo del repertorio de las pandereteras que, para cuando se produjo su contacto con el grupo La Braña, llevaban ya cuatro décadas “alegrando los bailes y fiestas populares de la localidad y acudiendo a encuentros tradicionales como la romería de San Froilán, los Carros engalanados de la capital o la Fiesta del Pastor en los Barrios de Luna”.
Textos, canciones, música
La tarea de Jesús San José puede calificarse, sin duda, de excepcional. Parte del análisis global del repertorio de las pandereteras, que considera “amplio, variado y muy representativo de la tradición oral leonesa de esta zona”. Clasifica las canciones (jotas, titos, canciones de ronda, navideñas…); estudia las coplas o cantares analizando la métrica usada y su relación con el ritmo; examina la estructura de las piezas y los estribillos; ofrece la transcripción de los textos a partir de las grabaciones y reflexiona sobre el diverso contenido que muestran: canciones con escenas costumbristas, expresiones íntimas, burlescas o socarronas, sentenciosas, jocosas, localistas… Incluso hay cantares, nos recuerda Sanjo, que han perdido su significado original, acabando por ser “poco menos que incomprensibles, aunque igualmente válidas para mantener su función como soporte para el baile”.
El resto del libro ‘Cantares de Villaquilambre’ se dedica a la dificilísima tarea de transcribir los textos completos y las melodías acompañándose cada una de las canciones de un análisis comparativo o de un comentario en el que se analiza su estructura o se la pone en relación con las demás o con alguna de las versiones conservadas en el caso de haber repeticiones.

Memoria sonora
El libro se acompaña de una tarjeta de memoria digital en el que se han incluido, en formato mp3, todos los temas que el grupo La Braña recogió, grabó y conservó en su archivo sonoro en la década de los 80. Su valor era, pero sobre todo es, extraordinario: por el tiempo que ha pasado y la desaparición de dos de sus intérpretes. Pero sobre todo por la frescura y naturalidad que en ellos se observa dado que la intención con que se realizaron no fue la de preservarlos para el futuro sino la del aprendizaje de unos músicos que entonces comenzaban su andadura.
Las grabaciones, realizadas sin guion previo y con intervalos largos de tiempo, resultan hoy, en palabras de Sanjo, prueba de la magistral interpretación de las pandereteras que “cambiaban el modo de tocar para diferenciar las estrofas, estribillos, toques de remate y toques de espera, algo que es fundamental para marcar los pasos del baile, lo que hicieron frecuentemente a lo largo de su vida”.
Hay que agradecer al Instituto Leonés de Cultura su implicación total en la publicación de este libro, ‘Cantares de Villaquilambre. El repertorio de las pandereteras Teresa, Tere y Nieves’. Porque es mucho lo estudiado, pero también lo es lo que queda por estudiar y conservar en la provincia de León que sigue demostrando ser un territorio rico y fértil en tradiciones. Y rico en gentes como Jesús Sanjosé, que aportan su tiempo y su sabiduría en quehaceres arduos y complejos.
Edición (transcripción y comentarios) de Jesús San José Hernández
Diputación de León. Instituto Leonés de Cultura. León, 2025
320 páginas