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Un triunfo con matices en Santa Ana y paso al frente en la Copa

“Nos hemos equivocado un poco dando el partido casi por hecho, y en cuanto haces eso, te relajas y lo pagas. Les hemos dado un poco de vida, pero hemos reaccionado bien”, reflexiona Ziganda
Paraschiv, en un lance del partido ante el Tropezón.
Paraschiv, en un lance del partido ante el Tropezón.

La Cultural y Deportiva Leonesa cumplió con su papel de favorita en su debut en la Copa del Rey, superando por 1-3 al Tropezón en el estadio de Santa Ana. El marcador reflejó la diferencia de categoría, pero el juego dejó espacio para la reflexión. El equipo de ‘Cuco’ Ziganda mostró dos caras: una primera parte sólida, con control y eficacia, y un tramo final en el que la relajación permitió a los cántabros soñar con la remontada.

El técnico culturalista reconoció que “el pase era muy importante porque nos da la oportunidad de jugar otra eliminatoria y mantener al grupo vivo”, pero también alertó de los riesgos del exceso de confianza: “Nos hemos equivocado un poco dando el partido casi por hecho, y en cuanto haces eso, te relajas y lo pagas. Les hemos dado un poco de vida, pero hemos reaccionado bien”, señaló el navarro tras el encuentro.

Dominio inicial y eficacia a balón parado

La Cultural, plagada de jugadores menos habituales, mostró autoridad desde el pitido inicial. El rumano Paraschiv, muy activo, forzó un penalti que él mismo transformó para abrir el marcador y quitarse parte del peso que arrastraba tras un inicio de temporada irregular.

El conjunto leonés mantuvo el control del juego, aunque sin excesiva brillantez. Ziganda valoró especialmente ese dominio: “No era fácil crear superioridades y hacer ocasiones, porque ellos estaban muy metidos en bloque bajo, pero controlábamos bien el ritmo y no les dejamos respirar”, explicó.

En la segunda mitad, el guion se mantuvo hasta que la estrategia volvió a funcionar, una faceta que el técnico destacó: “Tenemos que intentar explotar todas las maneras de hacer gol, la estrategia también, sabemos que da frutos y la trabajamos”. Así llegó el segundo tanto, obra de Tomás, que cabeceó a la red una falta lanzada por Pibe, el mejor de la noche.

Sustos finales y cierre de Mboula

Cuando el partido parecía cerrado, el Tropezón encontró premio a su insistencia. Un disparo de Madroño, desviado por Maestre, sorprendió a Bañuz y reavivó las esperanzas locales con el 1-2. La grada de Santa Ana soñó por unos minutos con la machada ante un equipo de superior categoría, pero el empuje final de los cántabros se diluyó con el tercer tanto culturalista.

El contragolpe de Mboula, tras una gran conducción y regate al portero, sentenció el choque en el tramo final. El catalán cerró la eliminatoria y, de paso, inauguró su cuenta goleadora con la camiseta blanca.

Los menos habituales 

Más allá del resultado, el duelo sirvió para dar minutos a futbolistas con menos protagonismo. Ziganda subrayó la actitud de los suyos: “Hay jugadores que no vienen jugando habitualmente de inicio y han salido muy serios, respetando mucho al contrario y el tipo de partido que era. Les he visto muy bien teniendo en cuenta el rival y el campo”.

Entre ellos, Pibe destacó por su intensidad y precisión en la pelota parada, siendo clave en dos de los goles leoneses. Lucas Ribeiro mostró voluntad sin brillo, y Paraschiv combinó su tanto de penalti con momentos de desconexión.

Análisis: una Cultural eficaz, pero aún por ajustar

El resultado permite a la Cultural avanzar de ronda y mantener viva una competición que puede servir para reforzar la confianza del grupo. Sin embargo, la sensación general es que el equipo aún busca continuidad en su juego.

Como resumió Ziganda, “si no sales serio, muy metido y con ritmo, te puede pasar lo que nos ha pasado en los últimos minutos”. La lección quedó clara: en la Copa del Rey, cualquier despiste se paga caro.