Desalojo en Igüeña: una madrugada marcada por el miedo y el fuego
La localidad berciana de Igüeña vivió en la madrugada del jueves su momento más difícil en décadas: un centenar de vecinos fue desalojado por prevención ante la proximidad del incendio forestal de Fasgar, que continúa en nivel 2 de peligrosidad. El fuego, visible desde gran parte de El Bierzo, mantiene en vilo a toda la comarca.
“Es lo más triste que hemos vivido”, confesaba emocionada una de las vecinas de Igüeña, al abandonar su vivienda acompañada de familiares.
Un nuevo foco complica la situación
La evacuación se precipitó después de que el miércoles apareciera un nuevo foco en Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, población que también tuvo que ser desalojada. Según confirmó el delegado territorial de la Junta en León, Eduardo Diego, “todos los indicios apuntan a que el fuego ha sido provocado”.
“Después de dos semanas de esfuerzo, con operativos de toda España e incluso del extranjero, es incomprensible que alguien decida prender fuego y poner en riesgo vidas y pueblos enteros”, lamentó Diego.
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— Jorge Monroy© 🇪🇺 (@Jorge__Monroy) August 20, 2025
Vecinos con miedo
El miedo se extendió también a localidades cercanas como Noceda, donde los vecinos reconocen la incertidumbre. “Hay miedo, esa es la verdad”, afirmó un residente.
El desalojo de Igüeña se decidió debido a la complicada orografía de la zona, que dificulta las vías de evacuación en caso de que las llamas se acerquen más. La única carretera de acceso quedó bajo control del operativo para garantizar la seguridad de los desplazados.
Lucha contra el fuego en toda la provincia
Aunque la evolución general de los incendios en la provincia fue calificada como “favorable”, la situación en Fasgar y su entorno continúa siendo crítica. Más de 1.900 personas siguen desalojadas en distintos municipios leoneses, si bien otras doce localidades, como Montes de Valdueza o Pobladura de la Sierra, han podido iniciar el regreso a sus casas.
La esperanza puesta en el tiempo
La Junta de Castilla y León confía en que las bajas temperaturas y la humedad de los próximos días permitan estabilizar el frente de Igüeña y contener los rebrotes. “Con la ayuda de los medios aéreos y terrestres, esperamos poder mejorar la situación”, declaró Eduardo Diego.
Mientras tanto, los vecinos de Igüeña aguardan noticias en centros de acogida y viviendas de familiares, con la esperanza de regresar pronto a un pueblo que, por ahora, permanece bajo la sombra del humo y la incertidumbre.
