El Colegio Leonés abandona el edificio de Corredera con una progresiva desescalada y La Milagrosa cierra como centro en 2030

El Colegio Leonés ha confirmado oficialmente este jueves su salida del edificio de La Milagrosa, en la calle Corredera de León, un inmueble con casi tres décadas de actividad educativa. La decisión pone fin a una etapa iniciada en 1995, cuando el centro firmó un contrato de alquiler con la entonces Obra Social de Caja España —hoy integrada en la Fundación Fundos, actual propietaria—, con el compromiso de mantener la labor docente y adaptar el espacio a las nuevas necesidades pedagógicas.
Según el director del Colegio Leonés, Manuel Belinchón, el cierre será progresivo y culminará en 2030, fecha en la que expira el contrato vigente con Fundos. “Será una marcha ordenada, que comenzó este curso con la supresión del primer año de Infantil y que continuará en los próximos años hasta completar el traslado total del alumnado”, ha remarcado Belinchón a Heraldo de León.
Los estudiantes serán reubicados entre los otros dos centros del grupo, San Isidoro y Jesús Maestro, que ya han comenzado las obras de adaptación. “No va a afectar en absoluto a la estructura del Colegio Leonés; pasamos de tener tres edificios mal utilizados a dos bien utilizados”, añadió el director. El proceso de repliegue, sin embargo, ya ha sido visible este mismo curso.
“No podíamos soportar las condiciones”
Belinchón ha sido contundente al explicar los motivos de la decisión. “Nos vimos obligados a tomar esta medida por las condiciones leoninas del alquiler. Con esa renta tan elevada nos tenían sometidos y no somos capaces de soportarlo”, declaró.
Las claves del cierre del Colegio Leonés en La Milagrosa
El Colegio Leonés mantiene un contrato de alquiler con la Fundación Fundos que expira en 2030. Aunque aún restan cinco años de vigencia, el centro ha decidido abandonar progresivamente el edificio antes de esa fecha.
Según Fundos, fue el propio Colegio Leonés quien comunicó en 2022 su intención de cerrar la actividad educativa en el inmueble de la calle Corredera, una decisión que la fundación considera “irrevocable” y “sorprendente”.
El director del colegio, Manuel Belinchón, achaca la decisión a “las condiciones leoninas del alquiler (pese a que se trata del mismo contrato que está en vigor desde 2015)” que, según afirma, “han hecho imposible continuar”. Desde Fundos rechazan esa versión y aseguran que la renta solo se ha actualizado con el IPC.
El proceso comenzó este curso con la supresión del primer año de Infantil y continuará año a año hasta trasladar todo el alumnado a los otros centros del grupo —San Isidoro y Jesús Maestro—, donde ya se ejecutan obras de ampliación y adaptación.
El responsable recordó que, tras la desaparición de las cajas de ahorro y la creación de Fundos, las relaciones se volvieron “más tensas”. “Desde 2015, se ciñeron únicamente a la renta, sin tener en cuenta la función social del centro ni el esfuerzo que realizábamos para mantenerlo vivo. Es un precio desorbitado para una institución educativa”, añadió.
Aun así, el colegio no cierra la puerta al diálogo: “Estamos abiertos a negociar, pero no podemos continuar con estas condiciones. Somos una entidad fuerte, pero nadie podría sostenerlo indefinidamente”.
Fundos: “Nos sorprendió la decisión del colegio”
Por su parte, fuentes de Fundos han asegurado que la decisión del Colegio Leonés les tomó completamente por sorpresa. “En ningún momento nos habían trasladado que la causa fuera el precio del alquiler”, afirmaron desde la fundación.
Según explican, fue el propio centro quien, hace tres años, comunicó su intención de “iniciar un cierre escalonado de sus unidades didácticas debido a la caída de la natalidad y a la reordenación de sus infraestructuras educativas”. “Para nosotros era más conveniente que continuaran en el edificio, pero nos lo presentaron como algo irrevocable, sin opción a negociación”, añaden.
Fundos sostiene que el importe del arrendamiento no ha sufrido incrementos significativos desde hace años, más allá de la actualización por el IPC. “El contrato previo a 2015 era muy inferior al precio de mercado, y el actual sigue siendo razonable. El acuerdo inicial fue casi simbólico, a cambio de inversiones y mantenimiento”, recuerdan al mismo tiempo que advierten que el contrato está vigente hasta 2030.
Fin de una era educativa y futuro incierto para La Milagrosa
Con la salida del Colegio Leonés, el edificio de La Milagrosa —que llegó a acoger a más de un millar de alumnos en su época de mayor esplendor— dejará de tener uso educativo por primera vez en casi un siglo.
Fundos admite que la marcha del centro supone “una faena y una pérdida para la ciudad” y estudia actualmente nuevos usos para el inmueble, aunque descarta mantener su función docente. “Habrá que evaluarlo y darle otro destino, probablemente dentro del ámbito de los equipamientos sociales o culturales”, señalaron fuentes de la fundación.
Mientras tanto, el Colegio Leonés afronta el reto de reorganizar su estructura para adaptarse al descenso de la natalidad y al nuevo mapa educativo leonés. “Este proceso no alterará la estabilidad del proyecto ni el compromiso con las familias”, garantiza Belinchón, quien insiste en que la decisión “busca optimizar recursos y garantizar la continuidad del modelo educativo del Leonés”.