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Un juez reconoce el 79% de discapacidad a un adolescente leonés tras años de lucha familiar

La Justicia corrige la valoración inicial del 24% a Guzmán Carro Tagarro, un joven con nistagmus congénito que ha logrado superar barreras incluso en el deporte de alto nivel
Tagarro, junto a sus dos hijos en una imagen facilitada por la propia familia.
Tagarro, junto a sus dos hijos en una imagen facilitada por la propia familia.

El Juzgado de lo Social número 2 de León ha dictado una sentencia que modifica de forma drástica la situación legal y asistencial de Guzmán Carro Tagarro, un joven de 15 años natural de León, al reconocerle un grado de discapacidad del 79% frente al 24% que le asignó inicialmente la administración autonómica. Guzmán padece nistagmus congénito severo, un trastorno visual poco común que le provoca una pérdida grave de visión.

La sentencia, con fecha de 6 de junio de 2025, se fundamenta en el informe del médico forense que intervino en el proceso judicial, quien consideró que el adolescente presenta una discapacidad visual del 82%, un trastorno adaptativo leve (15%), y una limitación funcional del 65%. “Es importante recalcar que esta valoración la ha realizado el médico forense del Juzgado de León, un profesional con conocimientos específicos, y no los técnicos que inicialmente no tuvieron en cuenta informes fundamentales”, señala su madre, Gemma Tagarro.

Un camino largo y lleno de obstáculos

Guzmán fue diagnosticado con esta enfermedad cuando tenía tan solo tres meses. A lo largo de los años ha sido sometido a intervenciones médicas, como una operación de nervios ópticos en noviembre de 2023, que apenas mejoró su agudeza visual. Solo puede ver de forma parcial si fija la mirada en un punto concreto, algo que realiza mediante un movimiento forzado que le ha generado secuelas musculares en el cuello.

Su madre ha liderado una batalla administrativa y judicial para que la discapacidad de su hijo fuese reconocida de manera justa. En julio de 2024, con el apoyo de la Asociación Leonesa de Enfermedades Raras y Sin Diagnosticar (Aler), interpuso una demanda judicial tras recibir una valoración administrativa incompleta y, según denuncia, basada en informes incorrectos.

“Fue un trato indigno; no tuvieron en cuenta los documentos clínicos más recientes y el personal que valoró a mi hijo no era especialista en su patología”, explica. Frente a esta experiencia negativa, destaca lo vivido en sede judicial: “Todos los funcionarios del juzgado nos han tratado maravillosamente, con una profesionalidad absoluta. En el Juzgado de lo Social número 2 el trato ha sido muy cercano y humano, algo que agradezco profundamente”.

Apoyo familiar y logros deportivos

Pese a su dura situación, Guzmán ha conseguido destacar en el ámbito deportivo. En el último año ha sido subcampeón de España en esquí alpino inclusivo y medalla de bronce en judo en competiciones organizadas por la Federación Española de Deportes para Ciegos (Fedec). En las pistas, su madre actúa como guía. “El deporte ha sido una vía para su autoestima y para demostrar que su discapacidad no le define”, afirma.

La sentencia favorable ha permitido también su afiliación a la ONCE, con fecha de 13 de junio de 2024, y el acceso a recursos como lupas electrónicas para su uso en casa y en el colegio, que han mejorado de forma notable su autonomía en el estudio.

Una resolución con efecto retroactivo

La resolución judicial tiene carácter retroactivo y pone en evidencia las carencias del sistema de valoración actual. Durante el juicio celebrado el 22 de mayo de 2025, la administración intentó frenar el procedimiento alegando que el expediente estaba siendo revisado, pero la madre se opuso a paralizar el proceso.

Finalmente, la Gerencia de Servicios Sociales no presentó recurso dentro del plazo establecido, lo que permitió que la sentencia se hiciera firme. Sin embargo, aún no se ha expedido la acreditación oficial de la discapacidad, aunque se espera que se tramite de oficio.

Un caso que pretende abrir camino

Desde Málaga, donde acompaña a su hijo en un curso de formación especializado en videojuegos organizado por la ONCE, Gemma Tagarro hace un llamamiento a otras familias: “Es muy injusto lo que está pasando con las valoraciones de discapacidad. Animo a quienes estén en una situación similar a no rendirse. La vía judicial puede ser la única manera de obtener lo que corresponde”.

Mientras aguardan la entrega oficial de la acreditación, la familia no da por cerrada su lucha: Guzmán también sufre una lesión crónica en la rodilla por la que cojea y que deberá ser evaluada en futuras revisiones. La historia de este joven leonés es, ante todo, un ejemplo de resistencia frente a la burocracia y de cómo el respaldo familiar, el deporte y la justicia pueden marcar la diferencia en la vida de una persona con discapacidad.