"Organizar el festival de música Pick&Rock en Mansilla de las Mulas me ha hecho volver a enamorarme de los eventos"

A los 31 años, Isabel Alonso ha vivido ya varias vidas: gimnasta federada en su infancia, universitaria en Madrid, organizadora de eventos, redactora freelance, impulsora de una asociación cultural en Mansilla y cofundadora de un festival de música que ha revolucionado su pueblo. Entre idas, vueltas y reinvenciones, ha descubierto que su sitio no siempre estaba lejos, sino más cerca de lo que creía: en León, con los suyos.
La gimnasia rítmica como escuela
La primera disciplina que conoció no vino de un libro, sino de un tapiz. “Empecé gimnasia rítmica con siete años. Entrenaba casi todos los días y los fines de semana eran competiciones por toda Castilla y León”, recuerda. Nunca pensó dedicarse a ello profesionalmente, pero sí reconoce que marcó su manera de estar en el mundo. “La rítmica me enseñó a trabajar en equipo, a insistir aunque algo no saliera, a tener disciplina. Y sobre todo me dio una familia: muchas de mis mejores amigas a día de hoy son de aquella época”.
Tras estudiar la ESO y el Bachillerato en León, se marchó a Madrid en 2012 para cursar Publicidad y Relaciones Públicas en la Complutense. El primer año lo vivió en un colegio mayor: “Fue increíble. Recomendable para cualquiera que pueda vivirlo. Una piña de gente que, aunque ahora no vea tanto, siguen siendo de los míos”. Sin embargo, a mitad de carrera llegó la primera grieta. “Me di cuenta de que la publicidad no era lo mío. Pero ya que estaba allí, decidí acabarla y hacer un máster en Comunicación corporativa, Protocolo y Organización de eventos, a ver si encontraba mi camino”.
Primeros pasos en la organización de eventos
Lo encontró por la vía inesperada de la pandemia. Tras pasar por prácticas de organización de bodas y una agencia de contratación para eventos, el COVID paralizó su sector. Sin ingresos ni rumbo claro, tomó una decisión tan sencilla como valiente: escribir. “Pensé: ¿qué puedo hacer desde casa? Pues artículos. Publiqué mi perfil en plataformas de freelance y para mi sorpresa empezaron a contratarme. Lo que empezó como distracción acabó siendo mi trabajo. En octubre de 2020 ya era autónoma”.
Con el trabajo resuelto pero la vida en pausa, Madrid empezó a encoger. “Yo ya no vivía la ciudad como antes. Trabajaba desde casa, los planes no eran los mismos… Tenía la sensación de que mi etapa en Madrid había terminado, pero no me atrevía a dar el paso. Creo que llevaba tiempo queriendo volver, solo que no me lo permitía”, recuerda.
Volver a León y construir sus proyectos
En el verano de 2022 regresó como todos los veranos a Mansilla de las Mulas —el pueblo de su familia— y ya no volvió a irse. “Me decían: ‘¿Pero estás segura de vivir en un pueblo? ¿No te vas a aburrir?’. Y para nada. Hay menos cosas que hacer, sí, pero eso te obliga a organizarlas tú”. Esa frase resume lo que vino después. Desde entonces ha volcado toda su energía en dinamizar la vida local.

El éxito del Pic&Rock
Junto a un grupo de amigos igual de inquietos, creó la asociación Mansilla Activa en noviembre de 2023. Talleres, barras en fiestas, actividades para niños… y una idea aún más loca: un festival de música. “Teníamos ganas y teníamos estructura. Yo llevaba años con la espinita de no haber trabajado en eventos musicales. Así que dijimos: ¿y por qué no?”. En septiembre de 2024 se celebraba la primera edición del Pic&Rock. “Fue una pasada. Trabajamos muchísimo, pero la respuesta de la gente superó cualquier expectativa. Fue volver a enamorarme de los eventos”, sentencia.
Este verano se ha celebrado la segunda edición, consolidando el festival como una cita clave en el pueblo y reafirmando su pasión por crear, compartir y hacer comunidad desde lo que más le gusta.

Nuevos retos y futuro
Hoy sigue trabajando como redactora, pero sabe que algo se está moviendo. “Estoy asentando ideas. No tengo claro hacia dónde voy, pero sé que quiero fusionar la comunicación con los eventos. Y que quiero construir cosas desde aquí”. También ha redescubierto León desde otra mirada. “Nunca fui de tradiciones, pero volver me ha hecho conocer mi tierra de verdad y valorar el estar cerca de los míos. Nos vamos fuera a buscar lo que muchas veces tenemos aquí. Y León es una tierra increíble”, asegura.
No sabe todavía cuál será su próximo paso, pero no le preocupa. Porque, por primera vez, el camino lo está marcando ella.