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El romance secreto de Antonio deja en el aire su herencia, valorada en 14 millones de euros

La herencia bloqueada del empresario leonés Antonio F. D. enfrenta a su hijo biológico con los beneficiarios del testamento | El futuro de una mansión lujosa de 400 metros cuadrados en Madrid, fondos en cuentas bancarias, acciones en empresas, una finca cinegética en la provincia, entre otros bienes que formaban parte del patrimonio del empresario leonés, se deciden en los juzgados
La millonaria herencia del empresario leonés, en el aire por la reclamación de su hijo no reconocido.
La millonaria herencia del empresario leonés, en el aire por la reclamación de su hijo no reconocido.

La herencia del empresario leonés Antonio F. D., fallecido en 2021 a los 90 años, se ha convertido en uno de los litigios sucesorios más relevantes de los últimos años. Su patrimonio, estimado en 14 millones de euros, incluye una residencia de 400 metros cuadrados en Madrid, varias cuentas bancarias nacionales y suizas, acciones empresariales y una finca con coto de caza en León, actualmente bajo investigación del Seprona por posible abandono de animales.

Un Juzgado de Madrid mantiene bloqueada la totalidad de la herencia hasta que se resuelva la batalla legal entre el único hijo biológico del empresario, reconocido por sentencia firme del Tribunal Supremo, y los beneficiarios designados en el testamento, entre ellos dos instituciones religiosas de León y Zamora, un oculista ovetense, su chófer y un albacea al que se asignó una pensión mensual de 10.000 euros.

El origen: un romance oculto en los años setenta

El conflicto tiene su raíz en una relación mantenida a mediados de los años setenta entre el empresario leonés y una mujer casada del País Vasco. De aquella relación nació un hijo que nunca fue reconocido legalmente. Décadas más tarde, el hombre —natural de Eibar (Gipuzkoa) y hoy de 51 años— inició un proceso judicial para demostrar su filiación, representado por el abogado Fernando Osuna, conocido por su participación en casos de filiación de alto perfil.

El resultado de la prueba de ADN, con una probabilidad del 99,9999%, llevó a la Audiencia Provincial de Madrid y posteriormente al Tribunal Supremo a confirmar que el empresario era su padre biológico. Esa decisión abrió la puerta a la actual reclamación de herencia, en la que el demandante solicita ser reconocido como único heredero legítimo.

El empadronamiento en Navarra, clave del litigio

Uno de los puntos más controvertidos del caso es el cambio de empadronamiento que realizó el empresario poco antes de su fallecimiento. Según la denuncia presentada por el hijo, Antonio F. D. se registró en Pamplona con la supuesta intención de acogerse al régimen foral navarro, que permite una mayor libertad para designar herederos y excluir a los hijos del reparto.

El entorno del demandante sostiene que el empresario nunca residió realmente en Navarra, sino que vivía habitualmente en su domicilio madrileño, una vivienda de lujo en el barrio de Chamberí. La defensa ha aportado informes de detectives privados para demostrar que el empadronamiento fue “una maniobra de conveniencia” destinada a evitar la legítima hereditaria.

Bienes inmovilizados hasta el juicio de 2026

Mientras la causa avanza, todos los bienes permanecen bajo control judicial. La finca cinegética de León, de más de 200 hectáreas, ha quedado desatendida tras el fallecimiento del empresario, motivo por el cual el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha iniciado diligencias por el posible abandono de especies animales.

El proceso judicial por la herencia está programado para abril de 2026 en un juzgado de Madrid. Hasta que haya sentencia firme, los herederos designados en el testamento —entre ellos instituciones religiosas, colaboradores personales y un administrador— no podrán disponer de ninguno de los activos bloqueados.

Un patrimonio bajo la lupa judicial

El patrimonio en disputa no solo incluye bienes inmuebles, sino también inversiones financieras y objetos de alto valor: porcelanas, obras de arte y una colección de armas custodiada bajo orden judicial. Además, la defensa del hijo ha solicitado una investigación sobre posibles transferencias ocultas a cuentas en Suiza, que podrían modificar la valoración final del caudal hereditario.

El caso ha atraído la atención de juristas y expertos en derecho sucesorio por su complejidad y por la posible repercusión en futuras interpretaciones de la vecindad civil foral cuando se utiliza con fines sucesorios.

Un juicio que marcará precedente

El resultado del juicio previsto para 2026 determinará si el hijo biológico del empresario leonés puede ser reconocido como heredero universal. En tal caso, recibiría al menos el 80% del patrimonio bloqueado, según las previsiones legales.

Hasta entonces, el legado de Antonio F. D. permanece congelado entre los despachos judiciales y el eco de un romance que, medio siglo después, sigue marcando el destino de una fortuna construida a caballo entre León, Madrid y Navarra.