El 'tapón' de Suero de Quiñones obliga a revisar su diseño al no poder transitar con normalidad los autobuses por el vial

La reordenación urbana en el centro de León, consecuencia de la apertura de nuevos viales, ha chocado en las últimas horas con la necesidad de revisar la circulación por Suero de Quiñones.
La vía, ahora de doble sentido, no permite el normal tránsito de autobuses urbanos y vehículos pesados.
Todos los coches estacionados en el tramo derecho de la calzada deben estacionar ahora plegando retrovisores o subiéndose a la acera y los autobuses simplemente pisan los pivotes si una furgoneta se encuentra estacionada en esa calle.
"Así es imposible circular", se quejaba este mismo lunes la conductora de un bus urbano.
El Ayuntamiento tendrá que revisar la situación ante la imposibilidad real de poder circular por la zona.
La reordenación
Es la única consecuencia negativa de una reordenación urbana ya en marcha en la capital desde este lunes. Después de años de espera el sector de la estación de Feve se abrió al fin este martes a primera hora de la mañana.
Los vehículos empezaron a cruzar por los dos viales que estructuran el tráfico: uno como prolongación de la calle Bilbao, que permite conectar desde Álvaro López Núñez hasta Padre Isla, y otro paralelo a Renueva, que nace en la puerta de la estación de Feve y va hasta Ramón y Cajal.

Movilidad
Con la apertura ya efectiva de los nuevos accesos, la ciudad ha comenzado a experimentar cambios relevantes en su movilidad. Suero de Quiñones, pieza clave en este nuevo entramado viario, ha vuelto a recuperar un sentido doble de circulación que, sin embargo, presenta más problemas de los esperados.
La dificultad para maniobrar en una calzada estrecha, especialmente por parte de autobuses urbanos y vehículos de gran tamaño, ha evidenciado que la propuesta necesita ajustes urgentes. El principal conflicto se centra en el aparcamiento a la derecha, donde los turismos deben forzar su posición para dejar paso, y cualquier furgoneta supone un obstáculo insalvable.
Revisión
Ahora técnicos de Movilidad ya están evaluando posibles soluciones que podrían incluir la eliminación de algunos estacionamientos, el cambio de señalización o incluso el retorno a un único sentido.
Técnicos municipales advierten de que el diseño “requiere una adaptación más precisa” y no se descartan medidas hasta encontrar una alternativa eficaz que permita un flujo seguro y fluido.
El nuevo sector
Más allá de los fallos iniciales, el nuevo sector que ahora sustituye al anterior espacio ferroviario trae consigo una importante transformación para León. Más de 10.000 metros cuadrados de zonas verdes, itinerarios peatonales y carriles bici, además de un parque infantil reformulado tras detectar errores de diseño, configuran un nuevo pulmón urbano.
Aunque los trenes de cercanías no han regresado y su futuro sigue siendo incierto, la ciudad ha ganado una conexión vial hasta ahora inexistente y un espacio que aspira a revitalizar toda la zona norte del centro.
Con las obras completadas y el tráfico ya en marcha, la siguiente etapa consistirá en observar cómo se adapta la ciudadanía y qué ajustes serán necesarios para que la integración urbana sea, al fin, funcional y duradera.