La ULE impulsa la tramitación de la nueva Facultad de Medicina con un proyecto de 14.850 metros cuadrados

La Universidad de León (ULE) ya ha dejado en manos del Ayuntamiento de León el proyecto de la nueva Facultad de Medicina.
El objetivo, realizar los trámites urbanísticos del edificio que albergará esta nueva facultad. Un paso que se suma a la memoria académica, ya validada por la Junta de Castilla y León, y que tiene la mirada en el curso 2026/2027.
El documento, elaborado por el equipo técnico de la universidad y distribuido entre especialistas del ámbito académico y sanitario, cuenta con un desarrollo de un edificio que ocupará una superficie de 14.850 sobre un terreno que alcanzará los 22.000 metros cuadrados.
Un diseño funcional
El edificio de la futura Facultad de Medicina estará ubicado detrás de la Biblioteca Central San Isidoro, en la única parcela aún sin construir dentro del campus de Vegazana.
La documentación técnica recoge dos módulos principales, conectados entre sí mediante un núcleo central que permitirá la circulación entre ambos espacios y que tendría servicios auxiliares de ambos inmuebles.
El módulo 1 está destinado a las prácticas clínicas y de laboratorio, incorporando espacios adaptados para las distintas especialidades médicas. El segundo edificio, denominado módulo 2, incluirá las aulas teóricas, zonas de gestión, espacios para el decano y el equipo directivo, y otras dependencias administrativas.
Desarrollo en fases
La Universidad ha previsto una ejecución del proyecto por fases con el fin de obtener la mayor funcionalidad.
En la primera fase se completará el módulo necesario para acoger a los estudiantes de cuarto y quinto curso, coincidiendo con el momento en que la primera promoción del grado alcance la etapa final de la carrera. Hasta entonces, los tres primeros cursos se impartirán en las instalaciones de la actual Facultad de Ciencias de la Salud.
El diseño modular permite que la infraestructura se adapte. Esa flexibilidad permite cambios que se precisen en el marco de la titulación y que sean igualmente derivados del número de alumnos, manteniendo la coherencia con las exigencias urbanísticas del campus, de ahí que la parcela permita márgenes de crecimiento.
Un proceso coordinado con la Junta de Castilla y León
El proyecto ha contado desde el inicio con el acompañamiento de la Consejería de Educación de la Junta, que ha supervisado tanto el desarrollo del plan de estudios como la planificación constructiva del edificio. Inicialmente se barajó utilizar el edificio histórico de San Antonio Abad, pero fue descartado por sus limitaciones de espacio y su alto coste de rehabilitación, dado su carácter protegido.
La memoria técnica también contempla posibles planes de contingencia ante eventuales retrasos, como ocurrió con el nuevo Conservatorio. En caso de incidencias en los plazos de obra, la Universidad ha previsto espacios alternativos dentro del campus para asegurar la continuidad docente.