El Papa Francisco descansa ya en Santa María la Mayor
Roma despidió este sábado al Papa Francisco en un acto de profunda emoción y recogimiento. Más de 250.000 fieles, autoridades y delegaciones de todo el mundo abarrotaron la plaza de San Pedro para asistir al funeral del primer pontífice argentino de la historia, celebrado bajo un cielo despejado y un calor inusual para la época. Las lecturas se realizaron en varios idiomas, reflejando el carácter universal de su papado, que puso en el centro a los más olvidados del mundo.
Sepultura en un lugar cargado de simbolismo
A las 13:00 horas locales (11:00 GMT), comenzó el rito de la sepultura en la Basílica de Santa María la Mayor, ante la presencia del cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell y de los familiares del Papa. Media hora después, el féretro de Francisco descansaba ya en el templo que tantas veces visitó en momentos clave de su pontificado.
Santa María la Mayor, ubicada en el barrio romano del Esquilino —conocido por su diversidad de migrantes—, fue un lugar especialmente querido para Jorge Mario Bergoglio, quien siempre acudía allí antes y después de cada viaje internacional o alta médica.
Una tumba sencilla para un Papa humilde
Fiel a su estilo austero, Francisco eligió una sepultura humilde. Su tumba, situada entre la Capilla Paolina y la de la familia Sforza, está cubierta por una lápida de mármol blanco de Liguria, la región de sus antepasados italianos. Grabada únicamente con la inscripción "FRANCISCUS" y la reproducción en plata de su cruz pectoral, simboliza su deseo de cercanía, simplicidad y servicio hasta el final.
