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León en llamas

El horror que queda tras el fuego

Los ganaderos siguen repasando la tierra palmo a palmo para recuperar a sus animales, muchos de ellos calcinados ante la imposibilidad de escapar de las llamas

En Barniedo de la Reina, en pleno Parque Regional de Picos de Europa, los ganaderos recorren sus fincas palmo a palmo para recuperar a sus animales, muchos de ellos calcinados.
En Barniedo de la Reina, en pleno Parque Regional de Picos de Europa, los ganaderos recorren sus fincas palmo a palmo para recuperar a sus animales, muchos de ellos calcinados.

Las consecuencias de la oleada de incendios forestales que asola la provincia de León se han dejado ver con crudeza en la montaña oriental. En Barniedo de la Reina, en pleno Parque Regional de Picos de Europa, los ganaderos recorren sus fincas palmo a palmo para recuperar a sus animales, muchos de ellos calcinados. 

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) ha difundido imágenes “especialmente duras” en las que se aprecian caballos muertos y otros con graves quemaduras.

“Es muy duro lo que se están encontrando los ganaderos”, reconocieron fuentes de la organización agraria, que ha puesto el foco en el drama que viven las familias que dependen directamente de la actividad ganadera.

calcinados
Imagen de un caballo con graves quemaduras en el incendio de Barniedo de la Reina.

Reunión urgente en León

La situación será analizada este jueves 28 de agosto en una reunión de los órganos de dirección de Asaja León —la Junta Directiva y el Consejo Asesor—, que debatirán las medidas necesarias para paliar los efectos de los incendios. En el encuentro se estudiarán también las propuestas de apoyo de la Junta de Castilla y León, en cuya elaboración ha participado la organización.

“Asaja espera una reflexión profunda de la Junta y del Gobierno central sobre la gestión forestal, en la que las organizaciones profesionales agrarias deben tener el protagonismo que les corresponde”, señaló la entidad.

“El campo, gran damnificado”

La organización fue tajante: “El campo en su conjunto es el gran damnificado por los incendios forestales, que además de pérdidas económicas degradan el medio rural y restan calidad de vida a sus habitantes, entre ellos las familias de agricultores y ganaderos”.

Asaja volvió a criticar el Plan de Forestación de Tierras Agrarias, impulsado en 1993 con fondos de la Política Agraria Común (PAC), al que acusa de haber favorecido un crecimiento descontrolado de la masa forestal en detrimento de cultivos y pastos. “Ni sobran tierras agrícolas ni hace falta más monte”, subrayó la organización, que considera que esta política ha contribuido a que los incendios alcancen ahora “una magnitud desproporcionada que amenaza incluso a los núcleos urbanos”.