Una empresa canadiense reanuda los sondeos en busca de oro en la mina Providencia de Cármenes

La compañía canadiense Pan Global ha reanudado los sondeos en el Proyecto Cármenes, en la localidad leonesa del mismo nombre, como etapa de seguimiento del “prometedor descubrimiento de oro detectado en las perforaciones de la Fase 1 en el objetivo Providencia” a principios de año.
La nueva fase de perforación ya está en marcha tras haberse interceptado una mineralización significativa de oro cercana a superficie y se busca comprender mejor la geometría de la brecha y comprobar la extensión de las mineralizaciones de alta ley de oro y de cobre-níquel-cobalto, según explica Tim Moody, presidente y director de la empresa.
La anomalía IP sugiere mineralización profunda
Una fuerte anomalía de cargabilidad IP -polarización inducida- coincide con la mineralización de Providencia y permanece abierta muy por debajo de los antiguos trabajos de la mina subterránea, lo que indica que la mineralización se extiende y se expande potencialmente en profundidad. Esta anomalía es parte de los objetivos que se comprobarán en el programa de sondeos de la Fase 2, añade.
La cartografía geológica detallada y el muestreo de la superficie en el objetivo Providencia han identificado un gran sistema de brechas hidrotermales multifásicas zonificadas en rocas principalmente carbonatadas que albergan la mineralización de cobre, cobalto, níquel y oro. La brecha y la alteración asociada se extienden sobre una superficie de más de 300 por 150 metros, con la mineralización abierta en varias zonas.
30 nuevos objetivos
También se ha iniciado un muestreo geoquímico detallado de superficie y la cartografía de los objetivos que rodean a Providencia, con 30 objetivos identificados a partir de un reciente estudio electromagnético, magnético y radiométrico realizado con helicóptero.
El Proyecto Cármenes se encuentra a unos 55 kilómetros al norte de León y comprende cinco permisos de investigación que abarcan 5.653 hectáreas. La zona incluye las antiguas minas Profunda y Providencia, que estuvieron en funcionamiento hasta la década de 1930 y producían concentrados de cobre y cobalto con níquel. Otras muchas explotaciones mineras históricas más pequeñas en la zona ponen de relieve el potencial de nuevos tubos de brechas, afirma la compañía en un comunicado en el que señala que este tipo de yacimientos minerales pueden tener dimensiones verticales significativas que superan el kilómetro.