"La radio no cambia aunque se disfrace de podcast: una voz, una historia y alguien al otro lado"

La magia de la radio ha fascinado a muchos leoneses. De hecho la provincia es cuna de ilustres nombres ligados a las ondas como Luis del Olmo, siempre haciendo gala de sus raíces bercianas. Precisamente allí, en Ponferrada, no muy lejos del actual Museo de la Radio, "entre los barrios de Cuatrovientos y Fuentesnuevas", pasó su infancia Nacho Arias mientras soñaba con palabras. Al punto que un día, cursando todavía la EGB, fue de visita con su clase a los estudios de Radio Juventud. Una visita que lo cambió todo. "Empecé en Onda Cero recién cumplidos los 18 años y desde entonces he hecho de todo: locutor, técnico, productor y presentador".
La carismática voz de Nacho Arias acompañó durante muchos años a los leoneses. Con su amabilidad y su sonrisa eterna Nacho se encerraba en la 'pecera' de la emisora leonesa en Padre Isla e igual trasteaba con la mesa de mezclas que tiraba cable para facilitar conexiones, que grababa cuñas publicitarias, que saltaba de la silla para intervenir en las entrevistas que Chamorro o Rosa realizaban frente a él. Y así, a base de perseverancia, logró lo que está al alcance de muy pocos: recibir la llamada de Madrid para 'ascender' a la Champions de la radio española.
Media vida en un estudio de radio
"He pasado por programas locales y nacionales, he cubierto y ahora dirijo y presento Lovin’ You y el programa regional de Madrid de lunes a viernes a mediodía. También he puesto voz a campañas de publicidad para marcas como AXE o Domino’s Pizza. Vamos, que llevo más de media vida metido en un estudio… delante de un micrófono", explica desde la sede de Atresmedia en San Sebastián de los Reyes, mientras piensa ya en los invitados del próximos especial de Navidad.
No es fácil ponerle cara a uno de los locutores más magnánimos de la parrilla nacional, forma parte de la magia de la radio, pero su voz sigue siendo inconfundible al otro lado de las ondas. Lovin' You es su formato 'estrella', allí aparece Nacho todas las madrugadas de los lunes (de 1.30 a 3) para hablar de "sexualidad" y sentar a famosos de todo rango en su diván. "Es un programa que habla de sexualidad, de amor y de deseo sin tapujos. De lo que pasa cuando se apagan las luces", señala. "No es un programa de sexo, pero el sexo está ahí, claro. En realidad, es un programa sobre las ganas de sentir sin cargo de conciencia", puntualiza.
"Con Pablo Carbonell me reí que hasta se me cayó el guión"
Por ese cálido rincón de la radio nocturna, el que más magia atesora, el que más acompaña, han desfilado una pléyade de rostros difícil de enumerar. Todos y todas han caído en la red que pacientemente Nacho va tejiendo para generar un estado de confianza y relajación en sus invitados que permite que se abran y cuenten experiencias que de otra manera sería imposible conocer. Poco a poco va subiendo la temperatura del estudio. En Lovin You no existe la vuelta atrás. "Con Pablo Carbonell o Coria Castillo me reí que hasta se me cayó el guion. Con Samantha Hudson entendí que la provocación también puede ser ternura", recuerda Nacho. "Han sido muchos y a todos les llevaría de tapeo por el Húmedo o a comer un buen botillo", afirma el locutor.
"La radio sigue más viva que nunca aunque ahora se disfrace de podcast o se vea por redes", señala Arias, "pero la esencia no cambia: una voz, una historia y alguien al otro lado escuchando". "Eso sigue siendo magia y lo que la sigue haciendo única", señala la voz leonesa de Onda Cero, siempre calmado aunque su mesa sea un hervidero de papeles, guiones, cortes de audio y canciones.
Una voz que enamora
En los pocos ratos libres que su doble presencia en el aire (en Lovin You y en el regional madrileño) le permiten, Nacho sigue buscando ocupaciones para su voz. "Estoy retomando con fuerza la locución publicitaria, grabando campañas. Y tampoco tengo mucho tiempo para más cosas, ya que los programas requieren su tiempo, pero por supuesto estaré encantado de que me lleguen ofertas de nuevos proyectos", asegura.
Desde la atalaya madrileña, pese a la intensidad de su jornada laboral, su mente siempre acaba evocando la tierrina, donde no duda en refugiarse cuando la ocasión lo permite. Desde la capital, León se ve "con ese filtro que da la distancia, el de la nostalgia y aprecias cosas que antes no veías: la calma, la gente, incluso el frío", indica. "León desde lejos se ve como un refugio", sostiene.
Tapas en León, botillo en El Bierzo
"Tengo casa en el barrio de Cuatrovientos (Ponferrada) a la que suelo ir una vez al mes a pasar el fin de semana con lo que el contacto sigue; voy menos a León y echo mucho de menos el pasar por delante de San Isidoro que era mi rutina cuando iba a la emisora de León, la Catedral, el Romántico y el Húmedo, o mis paseos en bici por la Candamia", asegura ya con ganas, quizá porque la entrevista le está inyectando una buena dosis de nostalgia en vena, que está dispuesto de dejarlo todo por "quedar con mis amigos y salir de ronda por los bares de la zona alta de Ponferrada donde siempre me encuentro buenos amigos, y seguir descubriendo la provincia o Galicia que estamos al lado y que tiene tanto por descubrir…".
Al punto que Nacho se ha convertido también en uno de los grandes embajadores, que tanta falta hacen, de las bondades de la provincia de León en los siempre impersonales pasillos de la emisora y también entre sus notables invitados. Allí, en una de las mecas de la palabra, aseguran que en las madrugadas se escucha una melodiosa voz que va recomendando al oído "perderse por el Barrio Húmedo o el romántico en León, entrar en la Catedral, probar un botillo o un cocido maragato sin perderse las patatas del bodegón en Ponferrada o la empanada berciana, la cecina y descubrir el Bierzo y Leon sin GPS". Y, sobre todo, "hablar con la gente. "En León lo mejor no está en las piedras, sino en las conversaciones de, cómo dirían Lolo o el tío Ful, 'los paisanos'.
Es la magia de la radio. Es la magia de Nacho.