"Nos llevamos un gran susto, pensábamos que el avión se estrellaba"
María José se pasa con Raúl, su marido, una buena parte del verano en Gijón. Desde hace años aterrizan en la calle Leopoldo Alas, así que la playa está "a cinco minutos andando".
Para ellos la exhibición aérea que se celebra anualmente es "una cita obligada. A toda la familia nos encanta", asegura.
Pero la de este año tuvo un susto añadido "y aún no se nos ha pasado". "Nos fuimos hasta cerca de La Escalerona" y allí bajaron "a la arena para ver el paso de los aviones".
La entrada del F-18
Un día de playa y espectáculo hasta que sucedió lo impensable: "Vimos cómo entraba el F-18, de repente hizo un giro en el aire que no era normal y la sensación era como si el piloto hubiera perdido el control".
En un segundo María José abrazó a uno de sus hijos: "Estaba segura que se estrellaba contra la gente". Pero "en el último segundo y con un ruido tremendo por la potencia de los motores remontó el vuelo". "Hubo quien pensó que era parte de la exhibición pero no fue así. Sentimos miedo, teníamos claro que se estrellaba".
Aclaraciones
La situación ha desencadenado una ola de comentarios que han obligado a que el Ejército del Aire aclarara lo sucedido.
"Muchos nos habéis estado preguntando, por eso, en este hilo, os contamos qué pasó durante el festival aéreo de Gijón", ha advertido el Ejército del Aire en sus redes sociales.
"Como habéis visto, uno de nuestros cazas F-18 realizó una maniobra evasiva al detectar una bandada de aves en su trayectoria", sentencia.
Para añadir: "Esta acción forma parte del protocolo habitual para preservar tanto la integridad del piloto como la seguridad del público. Nuestros aviadores están formados para reaccionar en milésimas de segundo ante cualquier imprevisto".
La acción y el miedo
"En este caso, el piloto actuó con ejemplar rapidez y profesionalidad, evitando un posible impacto sin comprometer la exhibición", concluye. "La seguridad es, y seguirá siendo, nuestra máxima prioridad en cada demostración aérea. Gracias a todos los asistentes por su entusiasmo y confianza".
La explicación, según estos leoneses que presenciaron la exhibición en directa, es "realista con lo que vivimos, pero la sensación de miedo es inevitable. Volveremos a Gijón está claro, pero no se si a la exhibición aérea. De verdad que fue un momento de mucho impacto", remarca esta familia leonesa.