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El 44,7% de los empresarios de la Comunidad ya tiene más de 55 años

CEOE destaca la “urgencia” de poner en marcha medidas de apoyo que fomenten el relevo generacional y la creación de nuevas iniciativas empresariales

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El colectivo empresarial de Castilla y León merma y envejece, aunque la incorporación al emprendimiento de la población foránea así como el fomento de las vocaciones entre los más jóvenes abre una puerta de esperanza patronal.

El colectivo empresarial de Castilla y León merma y envejece, aunque la incorporación al emprendimiento de la población foránea así como el fomento de las vocaciones entre los más jóvenes abre una puerta de esperanza patronal.

La demografía empresarial que ofrece la Agencia Tributaria en su estadística de Rendimientos de actividades económicas publicada esta semana, revela que en 2023, había en la Comunidad, 174.280 empresarios con actividades económicas, lo que supone una merma del 5,7 por ciento respecto al dato de 2019, frente a un descenso en España del 0,8 por ciento, hasta los 3,13 millones, como recoge Ical.

En este sentido, un análisis de los grupos de edad revela en toda su amplitud el problema de relevo generacional que sufre el sector empresarial de la Comunidad, donde el 44,7 por ciento contaba ya con más de 55 años en 2023, 3,2 puntos más que en el ejercicio 2019. En cifras absolutas, había en la Comunidad 77.830 empresarios con esas edades, con un aumento del 1,5 por ciento durante esos ejercicios.

Sin embargo, pese a la contracción global del colectivo, los emprendedores menores de 26 años aumentaron, con 2.977 en 2023, que representan un avance del 5,5 por ciento, en comparación al dato de 2019 (2.823).

Demografía empresarial de Castilla y León (10cmx10cm)
Demografía empresarial de Castilla y León (10cmx10cm)

El resto de grupos de edad registraron bajadas de dos dígitos. Los empresarios de entre 26 y 35 años eran en 2023, 15.424, el 8,9 por ciento del total, y retrocedieron desde 2019, un 11,5 por ciento. Asimismo, los emprendedores de entre 36 y 45 años, 32.257, suponían el 18,5 por ciento del global, y disminuyeron un 12,6 por ciento.

El grueso del empresariado de Castilla y León estaba integrado en el grupo de edad de entre 46 y 55 años, un total de 45.792, que representaban en 2023, el 26,3 por ciento del total del colectivo. Los empresarios enmarcados en esta horquilla de edad sufrieron también un descenso respecto al dato de 2019, en un 10,3 por ciento. 

Más extranjeros emprendedores

Los empresarios nacionales ascendían en 2023, a 167.295, con una reducción del 6,8 por ciento en comparación al dato de 2019, frente al buen comportamiento de los extranjeros, que alcanzaron los 6.985, con un importante impulso del 31,3 por ciento durante ese periodo.

Los datos que ofrece la Agencia Tributaria en base a las declaraciones de estos empresarios, también revela que el número de emprendedores varones menguó más que el de mujeres, aunque ambos tuvieron un retroceso. En concreto, en 2023, había registrados 114.517 empresarios y 59.763 mujeres, con reducciones del 6,7 y 3,7 por ciento, respectivamente, en comparación a 2019.

Sin asalariados

Cabe destacar asimismo, que la inmensa mayoría de los empresarios de la Comunidad, estaba al frente de actividades económicas sin asalariados, lo que da idea del reducido tamaño y la atomización del tejido empresarial de Castilla y León. En este sentido, en 2013, había en la Comunidad 140.925 emprendedores sin trabajadores por cuenta ajena contratados, que reflejan una bajada del 4,7 por ciento en comparación a 2019. En el otro extremo, se contabilizaron 33.355 con salariados, que se desplomaron aún más, un 9,9 por ciento durante los años de análisis de la Agencia Tributaria. 

Preocupación de CEOE

En términos generales, desde CEOE Castilla y León expresaron su “preocupación” ante la evolución negativa del tejido empresarial en la Comunidad en los últimos años. La pérdida del 5,7 por ciento de empresarios desde 2019, muy por encima del promedio nacional (-0,8 por ciento), refleja un “retroceso estructural” que afecta no sólo a la actividad económica, sino también a la “capacidad de generar empleo, innovación y riqueza en el territorio”. Esta tendencia es especialmente relevante si se considera, indicaron que “sin empresas no hay empleo, ni desarrollo territorial ni cohesión social”.

La patronal autonómica advirtió además de que el envejecimiento del colectivo de empresarios, con casi la mitad de los activos (44,7 por ciento) superando los 55 años, confirma la “urgencia” de poner en marcha medidas de apoyo que fomenten el relevo generacional y la creación de nuevas iniciativas empresariales. 

En este contexto, CEOE Castilla y León valoró el incremento del emprendimiento joven y extranjero, pero consideró que, por sí solos, “estos avances no son suficientes para revertir la tendencia de descenso general”, informa Ical.

El aumento del 31,3 por ciento en el número de empresarios extranjeros desde 2019 es una “señal alentadora” para los empresarios, que indica que la Comunidad puede resultar “atractiva” para quienes buscan oportunidades de negocio. Sin embargo, puso sobre la mesa que para que esta tendencia tenga un impacto “realmente transformador”, es necesario acompañarla de políticas que favorezcan su integración y establezcan condiciones de igualdad competitiva. “La diversidad empresarial mejora la competitividad y la innovación, pero no reemplaza la necesidad de reforzar el emprendimiento local ni la transmisión de empresas ya consolidadas”, agregaron.

Desde CEOE Castilla y León entienden que “la combinación de talento local y extranjero puede ser una oportunidad estratégica para impulsar el crecimiento económico, siempre que se articule con políticas de apoyo empresarial sólidas y una planificación a largo plazo”.

Los dirigentes empresariales defendieron que para asegurar el relevo generacional y atraer a nuevos empresarios es “imprescindible” generar un entorno favorable a la actividad económica. Esto pasa a su entender por reducir las trabas administrativas; impulsar una fiscalidad competitiva,; y fomentar la formación y cultura emprendedora. Además, reclamaron potenciar incentivos a la inversión y el emprendimiento rural; facilitar el acceso a la financiación, y superar las dificultades derivadas de las vacantes laborales.

“Sin políticas claras y estables orientadas a la continuidad y sucesión empresarial, corremos el riesgo de perder una parte significativa de nuestro tejido productivo en los próximos años”, sentenciaron.