León afronta una semana de calor extremo con diferencias térmicas de hasta 20 grados; este lunes el calor abrasador llega a los 38º
León arranca la semana inmersa en la segunda ola de calor de este verano. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la provincia registrará este lunes 4 de agosto una máxima de 38 grados y una mínima de 17, lo que supone una diferencia térmica de 21 grados. Esta amplitud térmica es uno de los efectos típicos de masas de aire cálido y seco procedentes del norte de África, que seguirán afectando a la Península al menos hasta el domingo 10.
El martes 6 de agosto, las temperaturas se mantendrán en valores similares, con máximas que volverán a alcanzar los 37 grados y mínimas de 16, mientras que para el miércoles 7, Aemet prevé un ligero descenso en las máximas, que se situarán en torno a los 34 °C, aunque las mínimas podrían subir ligeramente hasta los 18 °C. A pesar de este pequeño respiro, León continuará en riesgo alto o medio para la salud por calor durante estos días, según los niveles definidos por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III.
España, en alerta: más de 900 municipios en riesgo alto
El domingo 4 de agosto, un total de 949 municipios españoles estaban en riesgo alto para la salud por calor, entre ellos varias zonas de Castilla y León. Otros 1.475 municipios permanecían en riesgo medio y 4.288 en riesgo bajo, según el sistema de meteosalud del Ministerio de Sanidad. Este sistema, que divide el país en 182 zonas según el comportamiento térmico y su impacto en la mortalidad, establece las alertas sanitarias complementarias a las de Aemet.
La ola de calor, que comenzó oficialmente el pasado domingo, podría extenderse más allá del próximo jueves 8, y aunque se espera un ligero descenso de temperaturas en el norte el viernes, el calor volverá a intensificarse por el oeste peninsular durante el fin de semana, prolongando la situación extrema hasta el domingo 10 de agosto.
El impacto sanitario del calor extremo
Las temperaturas extremas no solo afectan a la actividad diaria o al rendimiento energético. El Instituto de Salud Carlos III ha alertado sobre el aumento de la mortalidad cuando se superan determinados umbrales térmicos, especialmente en zonas donde no se produce una adecuada adaptación climática. En el caso de León, el calor persistente y la falta de refrigeración en viviendas antiguas o en entornos rurales agrava el riesgo entre los grupos más vulnerables: personas mayores, enfermos crónicos y niños.
Sanidad recuerda que es fundamental mantener una buena hidratación, evitar la exposición solar en las horas centrales del día y extremar el cuidado con los mayores que viven solos. Las autoridades locales y autonómicas están reforzando los mensajes preventivos, aunque no se han decretado restricciones específicas.
El calentamiento global agrava la intensidad de las olas de calor
Este episodio térmico es un nuevo ejemplo de cómo el cambio climático está haciendo más frecuentes, intensas y duraderas las olas de calor en España. Según los datos históricos de Aemet, este fenómeno —definido como tres días consecutivos en los que al menos el 10% de las estaciones meteorológicas superan el percentil 95 de sus máximas históricas— se repite ya varias veces cada verano, cuando hace apenas dos décadas era más ocasional.
La combinación de altas presiones atlánticas y una dana (depresión aislada en niveles altos) sobre el oeste peninsular está favoreciendo la entrada de una masa de aire muy cálido desde el norte de África, afectando especialmente a comunidades del centro, sur y oeste del país. León, aunque más septentrional, se encuentra dentro del radio de influencia de este fenómeno.