'Fontañinas': el dulce con alma de montaña

En pleno corazón de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, un pequeño obrador artesano en Pola de Gordón se ha convertido en el símbolo de cómo el emprendimiento y el arraigo pueden dar lugar a una joya gastronómica. 

Bajo la marca A Punto de Nieve, la pastelera leonesa María del Pilar Madrigal ha conseguido lo que parecía imposible: crear el primer producto típico de esta comarca minera en transformación. Las Fontañinas, unas pastas elaboradas una a una a base de almendra, manteca, huevo y harina, ya son parte del alma de la montaña.

“El secreto de la receta no se puede contar, pero hago una a una cada pasta y el sabor final lo dice todo”, afirma orgullosa la repostera.

Un obrador con corazón montañés

María del Pilar, nacida en León y formada como pastelera desde 2022, inauguró su pastelería el 8 de septiembre de 2023. Su propósito no era solo endulzar los paladares, sino también dar vida a un territorio duramente castigado por la pérdida de la minería.

“Un pueblo con los servicios básicos es un pueblo con vida y ese era mi propósito, dar vida y aportar valor”, sostiene.

Eligió Pola de Gordón por ser “un pueblo amable, con una calidad paisajística inmejorable” y porque siempre tuvo un vínculo personal con la Montaña Central. “Quería unir mis tres grandes pasiones: mi hija, la pastelería y la montaña”.

‘Fontañinas’, identidad en cada bocado

Las Fontañinas no solo son un producto gourmet, son una declaración de amor a la tierra. “Recogen el corazón de la montaña envuelto en almendra de la mejor calidad”, explica.

Cada caja en la que se presentan varía según la estación del año y es fruto de una colaboración con la diseñadora local Rosana Laiz. El packaging, de cartón o de metal, se produce entre Países Bajos e Italia para mantener estándares "que aquí, por costes, no eran posibles".

Más allá de las pastas: una repostería que emociona

Aunque las Fontañinas son su buque insignia, el obrador A Punto de Nieve ofrece un abanico de tartas y dulces que han empezado a conquistar a vecinos y visitantes. Desde la Lady Truffa con su delicado contraste de trufa y fresa, hasta la Caprichosa, con pistacho y hojaldre caramelizado, pasando por versiones propias de clásicos como la Sacher, la Lemon Pie o la tarta de Almendras estilo Santiago.

Un proyecto con raíces, alma y futuro

María del Pilar defiende una repostería que es mucho más que azúcar y harina. Es cultura, territorio y resistencia. Y como buena leonesa, lo hace con orgullo.

“Soy una amante de la montaña, de sus pueblos con encanto y de sus gentes. Aquí encontré no solo un lugar para trabajar, sino un motivo para luchar”, sentencia.

Las Fontañinas ya no son solo pastas: son un símbolo de que en los pueblos también se cuecen grandes historias.