A Punto de Nieve: la montaña leonesa en forma de dulce
En pleno Alto Bernesga, un pequeño obrador artesanal ha logrado convertirse en un símbolo de emprendimiento y tradición. A Punto de Nieve, liderado por la repostera leonesa María del Pilar Madrigal, ha creado un producto que ya forma parte del alma de la comarca: las Fontañinas, delicadas pastas de almendra, manteca, huevo y harina, elaboradas a mano, una a una.
María del Pilar lo resume así: “El secreto de la receta no se puede contar, pero hago una a una cada pasta y el sabor final lo dice todo”. Cada Fontañina es un homenaje a la montaña más alta del pueblo, el pico Fontañán, y a la tradición repostera que generaciones de mujeres han transmitido.
Artesanía y sabor en cada detalle
Desde la elección de los ingredientes hasta el empaquetado, todo se realiza de manera manual y artesanal, sin maquinaria industrial. En palabras de Madrigal, “cada caja no solo contiene un dulce; contiene tiempo, dedicación y una forma de hacer las cosas que se está perdiendo”. La textura suave, la forma que recuerda a una cima nevada y el sabor evocador de los dulces de antaño convierten a las Fontañinas en una celebración de lo auténtico.
Además de las Fontañinas, el obrador ofrece otras especialidades como Resbalones, Suspiros, Cookies de pistacho, limón o chocolate, Financiers de sabores y Cannoli de pistacho, disponibles tanto en la tienda física como en www.apuntodenieve.tienda, con reparto a 24 horas y envío gratuito en pedidos superiores a 75 €.
Una apuesta por lo local
La filosofía de A Punto de Nieve se refleja en su distribución: puntos de venta seleccionados en León capital y provincia, Palencia y Asturias, incluyendo locales emblemáticos como La Aceña, El Serranillo, La Vianda de León, Casa Marcos, Palacio de Canedo o La Huertina de Álvaro.
Cada establecimiento comparte la misma idea: poner en valor lo local y artesanal, ofreciendo productos que respetan tradición y territorio.
El sabor que siempre vuelve
En un contexto donde los procesos industriales y la rapidez dominan la gastronomía, A Punto de Nieve se mantiene fiel a su esencia. Cada dulce, cada Fontañina, representa un vínculo entre la tierra, la historia y el gusto por lo hecho con cariño. Como dice María del Pilar, “es un reencuentro más dulce tras las vacaciones”, una experiencia que invita a reconectar con la tradición y la montaña leonesa.
