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León en llamas

"Estamos en un infierno": el drama humano detrás del fuego en el oeste de León

Cerca de 700 vecinos evacuados, casas arrasadas y un patrimonio en peligro mientras las llamas avanzan sin control

Dori López todavía siente el temblor de la huida precipitada: “Hemos tenido que salir corriendo de Carucedo”, relata con la voz entrecortada. Para ella y cientos de vecinos, la tranquilidad de sus pueblos se ha convertido en pesadilla. “Esto es devastador”, admite mientras describe la rápida expansión del incendio: “Las llamas se veían venir y han avanzado de forma repentina con el cambio del viento”.

En un giro dramático, Dori asegura que “el fuego al parecer ha quemado ya algunas casas” y señala la frustración creciente en la comunidad: “Los vecinos se quejan de que el problema viene de no poder desbrozar en el monte y unas cosas llevan a otras”.

El viento descontrolado multiplica la fuerza del fuego

El delegado de la Junta de Castilla y León en León, Eduardo Diego, ha señalado que el cambio en la dirección del viento fue decisivo para la virulencia del incendio: “Ha avanzado con una velocidad diez veces superior a la previsión con la que se trabajaba”.

Eduardo Diego ha advertido que “seremos implacables con quienes han provocado este incendio y pido colaboración ciudadana”, en un llamamiento a la responsabilidad para evitar futuras tragedias.

Un patrimonio natural y cultural al borde del desastre

El incendio en El Bierzo ha obligado a evacuar a casi 700 personas de localidades como Carucedo, Las Médulas, Orellán o Voces. El paraje de Las Médulas, declarado Patrimonio de la Humanidad, está al límite.

“El fuego está arrasando una zona de castaños centenarios”, cuenta Dori, con el peso de lo perdido. “El fuego avanza de Yeres a Carucedo de forma descontrolada”, añade, describiendo la voracidad del fuego que parece no tener freno.

Las autoridades han movilizado a la Guardia Civil, Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencias para contener las llamas, que además ya han consumido parte de la vegetación y algunas viviendas.

Voces de dolor y crítica entre los vecinos

No todos guardan silencio ante la tragedia. Algunos son más críticos con la gestión del incendio: “El problema es que no se han tomado este incendio en serio”, lamenta un vecino anónimo. Otro describe la situación con una palabra contundente: “Estamos viviendo un infierno”.

La desesperación se mezcla con la impotencia mientras los equipos de extinción luchan sin descanso, intentando aprovechar el agua de pantanos y lagos cercanos, aunque “no es suficiente”, afirma Dori.

El largo camino hacia la recuperación

Entre el humo y el polvo, los evacuados buscan refugio donde pueden: un matrimonio alojado en un hotel en Puente de Domingo Flórez, otros entre familiares y amigos. Las carreteras de acceso a Las Médulas permanecen cerradas para facilitar las tareas de extinción y proteger a las poblaciones.

Los incendios activos en otros puntos como Orallo y Fasgar suman más horas de lucha, pero es en el corazón del oeste leonés donde la devastación marca a fuego una herida que tardará en sanar.