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León en llamas

La Guardia Civil investiga la muerte de un voluntario en Nogarejas mientras otros dos heridos están críticos

Los agentes investigan las circunstancias de la muerte de Abel Ramos, bañezano de 35 años | Otros dos hombres, de 36 y 37 años, permanecen ingresados en estado crítico por quemaduras en el 50 y el 85 por ciento de sus cuerpos, respectivamente | Otro varón de 78 años está ingresado en la UCI del Hospital de León con quemaduras en el 17 por ciento de su cuerpo 

La Guardia Civil ha abierto una investigación, bajo diligencias del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 1, para esclarecer las circunstancias en las que un voluntario, identificado como Abel Ramos por sus vecinos, perdió la vida este martes mientras colaboraba en las tareas de extinción del incendio forestal de nivel 2 que afecta a las provincias de León y Zamora.

El suceso se produjo alrededor de las 19:17 horas, a la altura del kilómetro 12 de la carretera LE-125, en la zona leonesa de Nogarejas, cuando dos lenguas de fuego se unieron de forma repentina y envolvieron a Abel y a su hermano (según los propios vecinos, pero en un dato que está sin confirmar), que utilizaban una desbrozadora para frenar el avance de las llamas.

Un trabajo “sin riesgo previsible”

Según detalló el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ambos hermanos habían donado la desbrozadora al operativo y, con el permiso de la directora de extinción, recibieron la tarea de despejar una franja de terreno. Se trataba, en principio, de una labor sin riesgo aparente. Sin embargo, el rápido cambio de las condiciones meteorológicas convirtió la situación en dramática. Abel, de 35 años, falleció en el acto.

Balance de heridos en León

Otro joven, de 36, sufrió quemaduras graves y fue trasladado en ambulancia al Complejo Asistencial Universitario de León. Desde allí fue evacuado a la Unidad de Quemados de Hospital Río Ortega de Valladolid (de referencia autonómica) con quemaduras en el 50 por ciento de la superficie corporal. Su estado es crítico.

Igualmente, otro joven leonés, de 37 años cuyos datos de filiación no han trascendido, también se encuentra en estado crítico en la UCI del Hospital de León con quemaduras en el 85 % del cuerpo. 

El triste parte médico que está dejando por el momento la lucha contra los incendios en León se cierra con un hombre de 78 años, también ingresado en la UCI del Hospital de León, y que presenta quemaduras en 17 por ciento de su cuerpo.

Estas dos últimas personas están pendientes de su traslado a la Unidad de Quemados de Valladolid.

Heridos en Zamora

Además de los heridos en la vertiente leonesa del incendio, en Zamora también hay que lamentar heridos, tres de ellos de gravedad en estado crítico: una mujer de 56 años con el 59 por ciento de superficie corporal quemada y un hombre de 64 años con el 35 por ciento del cuerpo abrasado se encuentran en la Unidad de Quemados del Hospital de Valladolid tras ser trasladados desde el Complejo Asistencial de Zamora. También se encuentra ingresado en Valladolid con pronóstico grave un hombre de 80 años con quemaduras en el 15 por ciento del cuerpo trasladado este miércoles desde Zamora.

A todos ellos se une una mujer de 77 años, ingresada en la UCI, estable dentro de la gravedad en el Hospital de Zamora y pendiente de traslado a Unidad de Quemados.

Además, han sido atendidos ocho heridos en Atención Primaria: un varón de 27 años en el PAC Carballeda (Zamora) y siete personas en el Centro de Salud de Tábara, leves.

Las ambulancias de SACYL han ayudado también a evacuar a 58 personas desde su localidad o residencias de ancianos a otras residencias/albergues, en colaboración con el operativo de rescate, según los datos oficiales ofrecidos este miércoles por la Junta de Castilla y León.

Vientos de hasta 100 km/h

El incendio, iniciado en Molezuelas de la Carballeda (Zamora) y propagado a la comarca leonesa de la Valdería, se ha visto agravado por un fenómeno meteorológico que provocó rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora. Esto obligó al desalojo de más de 5.000 vecinos, entre ellos los de 25 localidades leonesas y once zamoranas.

“Es el incendio más preocupante de la comunidad, el que peor se ha comportado y el que más rápido avanza”, admitió Suárez-Quiñones, aunque confió en que la bajada de temperaturas, el aumento de la humedad y la reducción de la velocidad del viento permitan contenerlo.

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, expresó sus condolencias a la familia del voluntario fallecido y pidió “comprensión y colaboración” a los vecinos evacuados. “Cuando se ordena un desalojo, es para preservar la vida”, subrayó.