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León en llamas

Recuperar los bosques arrasados en León supondrá acometer una inversión de más de 300 millones de euros

Los incendios en la provincia han destruido cerca de 120.000 hectáreas y han afectado a hábitats únicos como Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad

El verano de 2025 será recordado en León como el más devastador de su historia reciente. Según los primeros cálculos el fuego ha consumido alrededor de 120.000 hectáreas, de las cuales la mitad podría corresponden a terreno forestal. 

El desastre, calificado ya como "la mayor catástrofe natural en la provincia", ha reducido a cenizas no solo pinares, encinares y robledales, sino también explotaciones agrícolas, ganaderas y viviendas.

Uno de los espacios más dañados es Las Médulas, paisaje cultural modelado por la minería romana y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Allí, cientos de castaños centenarios han quedado calcinados.

Un coste ambiental y económico irreversible

Los expertos advierten de que la restauración será costosa y, en algunos casos, imposible. Miguel Ángel Ortega, presidente de la Asociación Reforesta, explica que la regeneración depende de factores como “la severidad del incendio, la meteorología posterior, el tipo de suelo y hasta la presión de herbívoros sobre los brotes jóvenes”.

Aunque algunas especies mediterráneas tienen cierta resiliencia, los daños en hábitats de especies amenazadas como el oso pardo cantábrico o el urogallo se consideran irreversibles. “Si perdemos el suelo y el banco de semillas, la capacidad de recuperación queda muy mermada”, advirtió Ortega.

La factura de la reforestación

En el plano económico, las primeras estimaciones son contundentes: recuperar el terreno devastado costará al menos 300 millones de euros. Según Ortega, una reforestación planificada puede llegar a los 4.000 o 5.000 euros por hectárea, aunque en algunos lugares la regeneración natural puede suplir la intervención humana.

Entre las técnicas más efectivas para mitigar la erosión destaca el “acolchado con paja o astillas de madera lanzadas desde helicópteros”. Sin embargo, esta medida resulta más compleja en zonas de fuerte pendiente, donde el riesgo de desprendimientos aumenta.

Un futuro incierto para León

Una vez extinguidos los focos, se abrirá un plan de restauración y ayudas a los municipios afectados. Mientras tanto, los vecinos se enfrentan al duro panorama de montes arrasados, pueblos rodeados de ceniza y un patrimonio natural y cultural que tardará décadas en recuperarse.

“El monte arderá en días, pero su recuperación puede llevar generaciones enteras”, concluyó Ortega.