"Si los chicos de la zona no hubieran actuado, Jiménez hoy no existiría"
José Manuel, empresario hostelero de Jiménez de Jamuz, recuerda con precisión la jornada en la que las llamas estuvieron a punto de arrasar el pueblo.
“Estuvimos a cinco metros de que se nos quemaran las casas”, afirma. “No hubo ninguna ayuda, solo dos camiones de bomberos del Ayuntamiento de La Bañeza y mucha gente particular. Agricultores, jóvenes, gente que vino de 15 o 20 kilómetros con sus tractores para echarnos una mano. Si no hubieran venido, Jiménez se habría quemado entero”, añade.
El incendio, que ha arrasado más de 30.000 hectáreas en la comarca de la Valdería y se ha convertido en el mayor registrado en España desde que hay datos, obligó a desalojar a cientos de personas. Sin embargo, José Manuel defiende que parte de la población debería poder quedarse para ayudar: “Entiendo que hay que evacuar a mayores, enfermos y niños, pero también hay gente que se puede quedar a echar una mano. En nuestro caso, si no lo hubiéramos hecho, hoy no tendríamos casa”.
Pérdidas económicas y humanas
El impacto no fue solo emocional. “El martes, en nuestro restaurante, dimos cien comidas, pero ya no servimos ninguna cena porque la gente estaba evacuada. Hemos perdido entre 8.000 y 10.000 euros, pero eso es lo de menos”, reconoce José Manuel.
La verdadera tragedia para él y para toda la comarca son las dos muertes que ha dejado el incendio: dos jóvenes voluntarios que murieron mientras colaboraban en las labores de extinción. “Los conocía a los dos. Uno de ellos tenía a su madre en este pueblo, era vicepresidente del Motoclub Bañezano, dueño de una constructora y muy solidario. Se fueron intentando ayudar a la gente porque no había medios suficientes. Es una pérdida enorme”.
Dolor en el pueblo
La noticia de las muertes ha golpeado con fuerza a Jiménez de Jamuz y a toda la Valdería y su entorno. “Imagínate cómo está la familia, y los amigos… Hoy, en el tanatorio y en la iglesia, la muestra de dolor ponía la piel de gallina. Eran chicos que colaboraban en muchas actividades y muy queridos en toda la comarca”, describe José Manuel.
Críticas por la gestión
El hostelero no esconde su malestar con la respuesta oficial. “Me parece bien proteger las Médulas, pero allí la vegetación se regenera en pocos años. Aquí se han quemado pinares, pueblos, casas… y no ha habido ayuda. No es justo”, afirma.
Lanza un mensaje directo a las autoridades: “En lugar de hablar tanto de la España rural y la España vaciada, que la ayuden de verdad, previniendo los fuegos y dotándonos de medios. Solo pido eso”.